Crevillent clausuró ayer una de las citas más importantes del año y más esperada por la población de la localidad alfombrera. El Congreso Internacional de Escultura Religiosa finalizó ayer con las últimas ponencias de expertos, después de un fin de semana intenso.

Este evento, organizado por la Federación de Cofradías y Hermandades de Semana Santa de Crevillent, ha servido para poner en alza la imaginería de la Semana Santa crevillentina, patente tanto en el interior del Museo de Semana Santa como en el exterior, en museos y templos. A lo largo de una serie de conferencias, presentaciones de libros, un concierto coral y actividades al aire libre, con las que se ha buscado facilitar y aproximar a la ciudadanía el análisis estético, plástico y compositivo de sus modelos escultóricos. Así, ayer llegó el turno de intervenciones en las que se debatió la conservación y la función social de conjuntos escultóricos de lugares tan emblemáticos para la Semana Santa como Burgos o Sevilla. Los retablos navarros en los siglos del Barroco también tuvieron presencia en la jornada dominical.

Durante el congreso, la parroquia de Crevillent ha recibido un gran número de visitas, como ejemplo de escenario donde se encuentran esculturas de la Pasión crevillentina. Una de ellas fue la del viernes por la noche, momento en el que actuó el Coro Rabinos. Pero Nuestra Iglesia de Belén también albergó ayer la visita de los ponentes, que de manera dispersa recorrieron el templo, según el presidente de la Federación, José Antonio Maciá.