Carmen Armesto es una de las residentes del Santa Pola Life Resort y miembro de la recién estrenada asociación que aglutina a 17 de la treintena de propietarios de servidumbre en el complejo. La usuaria, de 87 años, viene reclamando el arreglo de goteras en la entrada de su vivienda y en otros puntos de sus instalaciones por más de un año. Armesto denuncia que la empresa que da servicio a los usuarios no atiende a sus peticiones y que «me dan largas diciendo que vendrán a arreglarlo, pero no es así». Asimismo, está preocupada porque las filtraciones de la gotera van a parar directamente hacia un enchufe que conduce a las conducciones eléctricas y tiene miedo de que pueda haber algún incendio provocado por esta situación.

Armesto, además, pidió que los servicios sociales de Santa Pola aumentasen su asistencia, debido a que hasta ahora recibía una hora de atención semanal desde Acción Social y necesita más atención «porque el Resort no me da ningún tipo de asistencia sanitaria». Armesto denunció que ha tenido que gritar varias veces desde fuera de la puerta para que le permitieran entrar al recinto. La alcaldesa, Yolanda Seva, se comprometió en el último pleno a solucionar el problema asistencial de esta santapolera, que está en manos de Acción Social.

La asociación de usuarios y residentes del Santa Pola Life Resort trasladó sus peticiones al Ayuntamiento recientemente y desde el grupo de Ciudadanos se comprometieron a trasladar sus demandas a parlamentarios autonómicos. Asimismo, desde el PP aseguraron que presentarían un escrito al Ayuntamiento pidiendo actuaciones al equipo de gobierno. Por su parte, la alcaldesa, Yolanda Seva, mostró su predisposición a escuchar y pidió a los usuarios que le trasladasen cualquier queja que pudieran tener. Los afectados esperan estas acciones.

Tras las reuniones mantenidas en el Ayuntamiento, algunos de los miembros de la asociación de propietarios de servidumbres tuvieron problemas con el acceso a las instalaciones y les han sido desactivadas las tarjetas. A una de ellas, además, se le cortó el servicio de agua y electricidad.

La empresa Santara Resort, propietaria del recinto, aseguró que realizaban esta acción por motivos de seguridad.