Las excavaciones arqueológicas en Peña Negra y Herna durante este verano la sitúan en la Edad del Bronce final. Esta es una de las conclusiones más importantes a las que llegó el equipo de las indagaciones, con Alberto Lorrio como director, sobre este asentamiento protohistórico en Crevillent. Una treintena de alumnos de las universidades de Alicante, Murcia, País Vasco, la Uned de Elche y la Complutense de Madrid participaron en este proyecto histórico.

Desde el 21 de agosto hasta el 10 de septiembre, el equipo de Lorrio realizó dos tareas diferenciadas. Una de ellas estuvo centrada en la zona alta de Peña Negra, en el área del poblado donde se encontró en 2015 un edificio formado por diversos puntos de vivienda y almacenes. Aquí se delimitó el perímetro amurallado, analizaron las técnicas constructivas y consiguieron determinar la fecha de la construcción de la muralla. Así nació el resultado más importante de estas investigaciones, que sitúan el área en la época del Bronce final.

Los motivos que llevaron a determinar esta época fueron que en los trabajos se advirtió una muralla que delimitaba el espacio interior, de una mayor complejidad a la esperada. Además, se registraron una gran cantidad de materiales de cerámica fina y metales, así como más de 400 moldes para la fabricación de armas.

Otro de los descubrimientos destacados es la presencia de productos importados como las cuentas de collar de pasta vítrea y los adornos de marfil, con nuevos hallazgos.

Durante estos trabajos también se identificó un edificio singular de varias estancias y de potentes muros y suelo enlosado. Este último tesoro sólo se excavó de manera parcial, pero arrojó materiales interesantes, entre ellos, unas cerámicas relacionadas con el transporte de vino desde Grecia y el Mediterráneo central.

Ahora, la segunda fase se está dedicando a trabajar en la necrópolis de Les Moreres, donde se produjo un expolio en febrero, para conocer la extensión del cementerio y recuperar las tumbas afectadas por las acciones vandálicas y de la erosión natural.

El proyecto estuvo financiado este año por el Ayuntamiento de Crevillent. Asimismo, el Consell junto a la UA realizan labores para poner en valor el yacimiento. El futuro del enclave pasará por los aspectos científicos y el patrimonial, con la musealización de los restos de la antigua Herna.

Próximamente pretenden mejorar los accesos y hacerlos más transitables para las visitas. Además, para proteger el área de la erosión de la acción humana, se planteará la regulación de la circulación del paso con bicicletas.