El grupo de Compromís per Crevillent ha denunciado un impacto ambiental y paisajístico en la Sierra de Crevillent y en el entorno de la Palaya creado por la planta de tratamiento y valorización de residuos de la construcción. El portavoz de Compromís, José Manuel Penalva, considera que la generación de ruidos y polvo en suspensión por el triturado de áridos que se extiende fuera de la propia planta es perjudicial para el medio ambiente y la protección del entorno natural crevillentino.

Además, considera que «no se está teniendo en cuenta el transporte de camiones a la planta por un vial no preparado para ello, con unas consecuencias aún mayores de impacto ambiental».

Penalva cree que la instalación de la planta en el entorno natural evidencia «las importantes carencias del Plan General aprobado hace cinco años por el PP».

El gobierno municipal, por su parte, argumenta que «la facultad de otorgar o denegar la autorización para la instalación de la planta corresponde a la Conselleria de Medio Ambiente y que, por tanto, el Consistorio no tiene potestad en autorizar o denegar los trabajos en ese área». Para Compromís, este planteamiento no es válido ya que, afirman, «la autorización o denegación se basa en la normativa urbanística valenciana vigente y en el Plan General de Crevillent». Ambas normativas fueron aprobadas por las mayorías absolutas del PP en legislaturas pasadas. Según anteriores denuncias, el Plan General ha sido objeto de polémicas en cuanto a la planificación y ordenación racional del territorio. Para el portavoz de Compromís, en su elaboración, «el PP sólo tuvo en cuenta intereses exclusivamente privados».

En este sentido, denuncian que se haya colocado una actividad de este tipo cercana a la zona de protección especial de la Sierra de Crevillent, con declaraciones asociadas a la conservación de las aves y el área urbanizable residencial del Club de Tenis.