La semana de las fiestas septembrinasfiestas septembrinas son un respiro para los santapoleros, sobre todo los niños, que preparan una «vuelta al cole» en la que entrarán de lleno en la actividad escolar todavía viviendo las celebraciones de la villa marinera.

Los días previos a ese comienzo de la rutina, los menores también se sueltan y disfrutan las cales de Santa Pola en fiestas tanto o más que los mayores. Las plazas se llenan de pequeños, sobre todo por las noches con sus cajas o bolsas llenas de petardos y alborotan la Glorieta con sus sonidos y sus particulares versiones de las embajadas y las luchas moras o cristianas. El olor a pólvora es una constante estas jornadas de intensa celebración.

Ayer fue una jornada de transición entre los actos grandes de Moros y Cristianos, recién acabados, y los días mayores de las fiestas organizadas por la Unió de Festers. Los niños dieron rienda suelta y tuvieron su espacio en el pasacalles musical, sobre todo las representantes de las fiestas, que vivieron un acto con mucha tradición que estuvo acompañado de un grupo de cabezudos. La tarde la protagonizaron también los menores con los juegos infantiles. A la hora de la merienda, los más pequeños se preparaban para participar en las carreras de cintas y otros juegos infantiles que tuvieron lugar en la calle Muelle.

Los niños y niñas con sus bicis recogieron los señuelos que colgaban en forma de banderitas de lado a lado de la calle en un tramo que llenó de color y gritos de ánimos de los familiares a sus pequeños para conseguir la victoria.

Pero no hace falta desplazarse demasiado para la diversión de los más pequeños. Los hinchables llegaron hasta la calle Virgen de Loreto y ayer se instalaron en la calle Elche durante el sopar de cabasset. La tradicional cena, que fue un éxito de asistentes, también dio pie a los juegos de los menores en la villa.

Hoy, además, se retoman las carreras infantiles al centro de la mano del Club Trilegends y de la Unió de Festers. Esta carrera, en honor a la Virgen del Loreto se celebrará en las inmediaciones de la Glorieta bajo inscripción previa.

Las barracas y kábilas también ven a pequeños trasnochar y bailar hasta la madrugada, sobre todo en los escenarios. Sea de día o de noche, la gente de Santa Pola vive sus fiestas y los niños son una parte muy importante en ellas.