Los abanicos y el buen humor se hacen necesarios para aguantar el calor en el centro cívico de Santa Pola. Las instalaciones municipales afrontan desde mediados de julio el calor a base de ventiladores, abanicos, mucha agua y paciencia. El sistema de aire acondicionado del edificio de la calle Castaños ha venido siendo objeto de parches y reparaciones desde hace años. Sin ir más lejos, el actual ejecutivo municipal reparó las instalaciones en 2015 y desde entonces podían funcionar a medio gas.

Así, se cambiaron dos bombas y permitieron funcionar a la mitad de aparatos, pero había despachos en los que no existían salidas de aire y otros en los que no se podía regular la temperatura. Para el concejal de Servicios Sociales, Lorenzo Andreu, «es necesario realizar una reparación integral y renovar toda la instalación del aire acondicionado» que, asegura, «ha dado problemas desde su inauguración en el año 1996».

Para ello calculan una inversión municipal de 300.000 euros y poder tener listo un proyecto técnico consistente entre septiembre y octubre de este año. Tras este trámite y la aprobación del pliego necesario, empezarían unas obras en distintas fases. Andreu admite que intentarán que nadie tenga que trasladarse de edificio durante la renovación, sólo trasladarse de dependencias durante los trabajos». La certeza, de momento, es que trabajadores y usuarios de las salas no están pasando un verano a la fresca.