Crevillent ha solicitado auxilio a la Diputación Provincial de Alicante para reforestar las zonas de la sierra afectadas por diversas plagas de insectos, que resultan letales para los árboles. De esta forma, el proyecto comprendería una actuación sobre las áreas más dañadas de monte, que actualmente abarcan en total 100,7 hectáreas.

En este sentido, como señaló el concejal de Medio Ambiente, Miguel Ángel Sánchez, «el objetivo es eliminar completamente los ejemplares infectados, para poner fin de forma definitiva al problema y que no siga desarrollándose».

Por ello, el Ayuntamiento ha dividido el proyecto en dos fases de reforestación. Por una parte, la ayuda que se ha solicitado este año a la Diputación Provincial de Alicante estará destinada a tratar los ejemplares perjudicados, y talar lo que sea necesario para eliminar el problema. Sin embargo, si esta petición se concede, de cara a 2017, «se solicitará una actuación para replantar nuevos árboles, sobre las zonas afectadas en las que fueron eliminados, y también se intentarán repoblar los puntos que actualmente contienen poca vegetación», como explicó Sánchez.

Actualmente, los lugares más dañados del monte son Sierra Baja y Lomas con 76,9 hectáreas perjudicadas, y la zona alta con 23,8 hectáreas damnificadas. Esto significaría que habría 4.757 pies afectados en el primer caso, y 572 en el segundo. Por tanto, los puntos prioritarios de actuación se sitúan sobre todo en Sierra Baja y Lomas.

Según el nivel de alerta, el ejemplar de árbol, y el daño contenido, se contempla un total de hasta tres actuaciones distintas. Por un lado, se emplearían tratamientos selvícolas fitosanitarios, que consisten en la tala de árboles aún vivos, que se encuentren infectados por escolítidos, y que puedan propagar la plaga, con la trituración y astillado de las ramas. Sin embargo, esta madera podría ser tratada, descortezada o desemboscada para procesarla de forma industrial inmediatamente.

Por otro lado, se emplearían tratamientos selvícolas paisajísticos, que son los que se encargarán de eliminar los árboles muertos, por la sequía o las plagas. De esta forma, principalmente se lucharía contra la propagación de los incendios forestales, ya que los árboles en este estado arden con mayor facilidad, y se eliminaría el negativo impacto visual que provocan, según señalaron ayer mismo desde la Concejalía de Medio Ambiente.

Asimismo, el último recurso que se plantea es la colocación de las trampas que sean necesarias para escolítidos con feromonas o «kairomonas». No obstante, como cada plaga tiene su ciclo biológico y número de generaciones al año, se estudiará cada insecto y se instalará este cebo cuando se considere más idóneo. Además, la colocación de estas también influye en la labor de captura de los insectos.

En cuanto a las causas que han dañado las 100,7 hectáreas del monte de Crevillent aparte de la sequía, destacan por un lado, la plaga de «Tomicus destruens», que se suele localizar en los troncos de los árboles, dificultando la circulación de la savia y causando la muerte del árbol. Este es un problema muy común en los pinos, especialmente en los ejemplares jóvenes procedentes de repoblaciones. La otra plaga generalmente extendida en Crevillent es el «Orthotomicus erosus», que aunque en esta sierra afecta sobre todo a pinos, también es común en cedros y abetos. Sin embargo, este insecto no ataca a ejemplares sanos.

La solicitud de la subvención para realizar este proyecto de reforestación se encuentra en estado de resolución, por lo que se estima un plazo de seis meses para conocer la respuesta de la Diputación Provincial de Alicante.