Las huellas de la protohistórica ciudad de Hernaciudad de Herna, olvidada tras el paso de los años y escondida por el transcurso del tiempo, continúan investigándose en el yacimiento arqueológico de Peña Negra, ubicado en Crevillent. Las excavaciones de los años 70 y 80 habían demostrado la importancia del lugar, en el que destacaba su relevante actividad metalúrgica y sus relaciones comerciales con otros territorios de la Europa atlántica y el Mediterráneo. Posteriormente, en 2014 cuando se retomaron las excavaciones, se realizaron hallazgos relacionados con la interpretación del urbanismo de esta ciudad protohistórica, cuyo nombre (Herna) ha sido citado por escritores clásicos. La próxima campaña de excavaciones comenzará en agosto, con el fin de seguir descubriendo más detalles de las avanzadas civilizaciones que habitaron la sierra de Crevillent entre los siglos IX y VI a.C., y sus relaciones con otras poblaciones contemporáneas, como los fenicios asentados en la desembocadura del río Segura.

Esta campaña que tendrá lugar del 21 de agosto al 10 de septiembre, abordará dos actuaciones diferentes. Por una parte, se continuarán los trabajos de excavación en la zona del poblado donde se encontró en 2015 un edificio formado por diversos puntos de vivienda y almacenes, localizado en una área destacada, que estuvo rodeada de un recinto amurallado, cuyo perímetro se pretende completar en 2016. «Este es uno de los hallazgos más relevantes de las investigaciones recientes en Peña Negra», como indicó Alberto Lorrio, catedrático de Prehistoria de la Universidad de Alicante que dirige el proyecto, «pues ha permitido identificar un área individualizada dentro del poblado, a modo de acrópolis o ciudadela, que cabe considerar por los restos encontrados como la residencia de la élite rectora de Herna». Y por otra parte, «se retomarán los trabajos en la zona de la Necrópolis, donde se produjo un expolio en febrero, para conocer la extensión del cementerio, uno de los más importantes del Sureste y recuperar las tumbas afectadas por las actuaciones clandestinas y la erosión», señaló el catedrático.

Los trabajos de excavación arqueológica, en los que participarán sobre todo alumnos y licenciados de la Universidad de Alicante (UA), están financiados por el Ayuntamiento de Crevillent, mientras que la Generalitat se encarga de realizar actuaciones de consolidación y puesta en valor del yacimiento, que comenzarán en septiembre, con la colaboración de la UA.

El proyecto contempla tanto el aspecto científico, como el patrimonial, con la musealización de los restos de la antigua Herna. En este sentido, el año pasado se restauraron tres conjuntos de viviendas, mientras que el objetivo es ir incorporando nuevos paneles informativos con recreaciones en 3D de aquí a final de año. Además, «de cara al futuro se tratarán de mejorar los caminos y hacerlos más accesibles, para conseguir que el yacimiento sea completamente visitable, dado que existen en algunas zonas importantes problemas de erosión natural, siendo necesaria la regulación de la circulación con bicicletas, que a veces afecta a los restos arqueológicos», según Lorrio.

En estos dos años, se ha centrado el interés en el urbanismo de la fase más avanzada del asentamiento, que abarca de los siglos VII al VI a.C., «con hallazgos singulares como los restos de dos vasos de alabastro, seguramente contenedores de valiosos perfumes, así como fragmentos de huevos de avestruz, objetos exóticos de procedencia mediterránea, que confirman el carácter sofisticado y el gran nivel adquisitivo de las élites de la ciudad de Herna», aseguró el catedrático.

Historia

«La entidad urbana de este yacimiento arqueológico, solo encuentra similitudes en la zona tartésica de Andalucía. Su desarrollo se sitúa entre el siglo IX y el VI a.C., cuando por algún episodio violento la ciudad se abandonó, como lo demuestran las abundantes puntas de flecha encontradas, o algunas pertenencias que escondieron sus propietarios, pero nunca recuperaron, como el conocido «Tesorillo de Peña Negra», expuesto en el Museo Arqueológico Provincial de Alicante (MARQ), sin que se volviera a ocupar el lugar hasta el siglo V a.C., ya en época íbera», explicó el investigador.