El Ayuntamiento de Santa Pola creará una mesa de trabajo con la colaboración de la Cofradía de Pescadores, en la que se abordarán diversas acciones parar regenerar y defender el mar Mediterráneo. Esta moción fue presentada por el Partido Popular, durante el último pleno, y aprobada por unanimidad por todos los grupos políticos.

De esta forma, la moción persigue impulsar un plan de trabajo específico, referente a la recogida de residuos no orgánicos que realizan los barcos de arrastre en el Mediterráneo. Por ello, la idea es que se dote a la flota de arrastre de Santa Pola de unos recipientes o contenedores, adecuados para el depósito de los residuos no orgánicos que capturen sus redes, para posteriormente, mediante una empresa especializada, se proceda a su recogida selectiva y reciclaje. De esta forma, se busca que se extraiga la basura de los fondos marinos a través de los pescadores de la costa de Levante en un proyecto articulado en diversas fases, donde se persigue tanto el objetivo de limpiar el mar Mediterráneo, como de reciclar parte de los materiales recogidos convirtiéndolos en granza, hilo, tejido y otros productos de pesca.

La moción también plantea la creación de una «Red de Ayuntamientos para la defensa y regeneración del Mar Mediterráneo (REDMAR)», donde puedan adherirse más localidades costeras para regenerar el ecosistema marino, o como mínimo, no se continúe dañando al mismo.

Causas

Los motivos que llevan a la Corporación municipal y a la Cofradía de Pescadores a realizar una actuación para regenerar el mar Mediterráneo provienen de diversas partes. Por un lado, el aumento de la acuicultura en los últimos 20 años del 7% anual, representando un 40% de la producción mundial de pecados, lo que supone «presión añadida», pues demanda una gran calidad de agua donde instalar las granjas. Asimismo, a esto se añade la contaminación, ya que según exponen el mar Mediterráneo es una de las rutas más relevantes de transporte marítimo, por donde cada año pasan alrededor de 220.00 buques de más de 100 toneladas, es decir, un tercio del total del transporte marítimo comercial del mundo. Además, se recibe el 17% de la contaminación global de hidrocarburos, donde los expertos calculan que cada año se vierten alrededor de 100.000 toneladas de crudo al mar.