Los avances en tecnología continúan creciendo a un ritmo vertiginoso, convirtiéndose en un herramienta fundamental en el mundo laboral. Pero esto no es todo. Ahora la informática puede llegar, incluso, a ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas. Esta es una de las claves que persigue el proyecto «Erasmus+ K2-ROBOT», que gestiona el instituto IES Maciá Abela de Crevillent, diviendo el trabajo en dos fases.

De esta forma, en la primera de ellas, alumnos y profesores de cuatro centros educativos europeos, mantuvieron, durante el pasado mes de abril, una reunión para tratar de diseñar y programar robots para ayudar a personas mayores o discapacitadas en la vida cotidiana.

En este encuentro se organizaron siete grupos de trabajo, compuestos por diferentes estudiantes de cada nacionalidad (español, letonio, turco y alemán) donde se tuvieron que resolver distintos retos, y programar cada uno su propio robot, compartiendo conocimientos, fomentando la interculturalidad y aprendiendo a trabajar en equipo.

Sin embargo, la segunda fase de la iniciativa estará enfocada a ayudar en catástrofes naturales. Por ello, los alumnos han viajado hasta la Universidad Politécnica de Valencia para conocer de primera mano el proyecto «Poseidron», que integra un sistema de búsqueda y rescate en alta mar basado en plataformas no tripuladas, relacionado con esta última etapa.

Este proyecto tiene una duración de dos años, por lo que tras finalizarlo, durante el curso 2016-2017, se mantendrá en el IES Maciá Abela para proporcionar ayuda sobre informática a los futuros alumnos. Y es que, el proyecto lo integran tanto alumnos de 1º de Bachillerato, que solo tienen una asignatura de informática, junto a estudiantes de 1º de Ciclo Superior, que exclusivamente tienen materias relacionadas con el tema. Así, «el robot se realiza con el objetivo de enseñar programación, que suele ser una de las partes difíciles de la informática, por lo que se busca una forma diferente de avanzar y educar para que puedan aprender de forma diferente», como señaló Félix López, uno de los profesores volcado en esta iniciativa.