El obelisco de la Rambla luce dos cristales menos en su base. Las causas de los desperfectos son, según fuentes municipales, un acto vandálico que se produjo este fin de semana. El concejal de Servicios, Francisco Verdú, asegura que la caída de las piezas se produjo sobre la superficie de la rotonda del monumento y no ocasionó ningún daño personal. Los servicios de limpieza aclararon la zona, que se encontraba llena de pequeñas piezas de cristal. Se ha mantenido la zona vallada desde el incidente. Verdú anunció que se ha dado parte a la compañía aseguradora del Consistorio para que cubra los gastos del acto vandálico sin tener que tirar del bolsillo de los crevillentinos.

No es la primera vez que el monumento ha sido diana de sabotajes y se está estudiando en la oficina técnica la posibilidad de reemplazar el cristal en la parte baja por otro material más resistente como el aluminio y colorearlo del mismo tono azul que el resto. En este momento existen diligencias abiertas contra una persona que rompió intencionadamente un cristal durante las Fiestas de Moros y Cristianos de 2013 y el caso está pendiente de sentencia en el juzgado.

La información que se desconoce es cuánto costará ahora en total toda la reparación y si la aseguradora correrá con todos los gastos. Los dos cristales rotos costarán más de 4,000 euros y habrá que sumarle los gastos de los trabajos de reparación.

El obelisco de César Asencio ha sido centro de polémica desde su proyección. A lo largo de los años, han sido varias las roturas de cristales del monumento ya sean por vicios ocultos del material con el que se elaboró o por actos vandálicos como esta última vez. La empresa que fabricó los cristales publicó un informe en 2012 que advertía de un vicio oculto en los materiales y que no descartaban posibles «nuevas roturas espontáneas». Lo que no aclararon es cómo evitar dichas roturas, que se producen eventualmente y que añaden gastos de mantenimiento a los 600.000 euros que costó el proyecto en su inicio.

Motivaciones pedagógicas

Desde la oposición, el portavoz de Compromís, José Manuel Penalva, asegura que no se les ha comunicado desde el Gobierno municipal de manera oficial la rotura, pese a que el miércoles tuvo lugar una Comisión de Régimen Interior en el Ayuntamiento. Penalva exige explicaciones oficiales a través de esta comisión, si se ha tratado de un acto vandálico. En cualquier caso, se pregunta, al tratarse de un acto vandálico que ha tenido lugar al menos tres veces en los últimos tres años, cuáles son las medidas que está tomando en materia de orden público el concejal de Seguridad Ciudadana, Manuel Moya, para evitar el vandalismo. No obstante, Penalva recalca que se trata de un acto reprobable, como lo es cualquier sabotaje a mobiliario público que cuesta dinero del erario de los crevillentinos. El portavoz de L'Esquerra, Vicente Selva, tampoco conocía la rotura, pero pide que se sustituya el monumento, ya que, en su opinión, ha costado demasiado dinero a Crevillent.