El amplio volumen de tráfico ha obligado al Ayuntamiento de Santa Pola a adelantar el cierre del acceso a la N-332 desde Gran Alacant, previsto para dentro de diez días. La concejalía de Infraestructuras se vio obligada ayer al corte definitivo e inminente de este vial por motivos de seguridad del tráfico rodado, así como para agilizar y facilitar la cuarta fase de las obras de rehabilitación del puente del residencial.

Con ello, ahora todos los conductores que deseen acceder a Santa Pola desde Gran Alacant deberán entrar a la N-332 a la altura de la intersección de Los Balsares. Según el Consistorio, esta nueva situación en los trabajos de rehabilitación representa una medida que supondrá el adelanto de las obras en diez días, aproximadamente.

Personal del equipo de Gobierno y técnicos de Seguridad e Infraestructuras se vieron obligados ayer a trasladarse a las obras del viaducto para analizar el posible riesgo de los desvíos que comenzaron ayer. Desde el Ayuntamiento detectaron que, a pesar de las señales de limitación de 40 kilómetros por hora, había conductores que no cumplían con las restricciones de velocidad. Desde ayer, y a lo largo de dos semanas, el desvío del tráfico rodado sentido a Alicante se ejecutará por la vía de servicio de la gasolinera, que hay a la entrada de la zona residencial, abierta tras finalizar los trabajos en este punto.

Las obras para rehabilitar el puente de Gran Alacant avanzan a todo ritmo, con la vista puesta en cumplir los plazos marcados para finalizar los trabajos en junio. Con un coste previsto de 400.000 euros, la adjudicataria comenzó en febrero las reivindicadas obras para intervenir una infraestructura sobre la que el Ministerio había alertado de su grave deterioro.