Nacido y criado en la sierra de Crevillent y elegido para ayudar a la supervivencia de la raza. Aníbal es un Mastín del Pirineo de más de 70 kilos de peso, el único perro de esta especie que sobrevive en la provincia, junto a otra hembra, que reside en Alicante. Sus dotes, su perfección en el estándar y sus premios le han valido para recibir la autorización de perpetuar este tipo de canes, muy minoritarios, ya que se estima que sólo hay 1.300 ejemplares en todo el mundo. Las montañas de la localidad alfombrera se han convertido en un punto privilegiado para este perro de raza española, que a lo largo de la historia se utilizó para el ganado y la trashumancia. Ahora, este can ocupa un papel especial en la guardia y defensa de las familias y en las terapias con niños.

Con ello, el único ejemplar macho que hay en la provincia de Alicante, se ha convertido en un referente a nivel nacional. Y es que, el mastín crevillentino se proclamó campeón de España joven y adulto, además de ser reconocido como Mejor Macho Absoluto en la Monográfica de 2015. Este año, Aníbal ha conseguido alzarse como Mejor Mastín Macho Internacional, en un certamen que también ha contado con la participación de Francia, Alemania e Italia, además de Mejor Mastín Macho, a nivel nacional.

Su propietaria, Almudena Quesada (a su vez, encargada de relaciones institucionales del Club Nacional de Mastín del Pirineo), destaca la trascendencia de este ejemplar para sacar adelante una raza escasa en el mundo. «Estamos trabajando con genetistas para buscar fórmulas con el objetivo de evitar que esta especie desaparezca. De hecho, este año ha habido un boom de cachorros», señaló la crevillentina.