Un soplo de aire fresco. Un grupo de presos del centro penitenciario de Sangonera (Murcia) visitó ayer la villa marinera invitado por la Peña Barcelonista de la localidad que preside el restaurador Francisco Baile.

Una intensiva jornada que se inició en el Ayuntamiento con la recepción que ofreció el primer teniente de alcalde, Alejandro Escalada. En el salón de plenos, Escalada y Baile dieron la bienvenida a los visitantes, trece reos y siete funcionarios, entre ellos, el coordinador de trabajo social y programas de rehabilitación del penal murciano, Juan Carrión. Todos ellos tuvieron la oportunidad de disfrutar de una ruta guiada por lugares emblemáticos de la villa.

Antes de abandonar el Consistorio, las autoridades locales les hicieron entrega de un presente cortesía del Ayuntamiento y de la Cofradía de Pescadores.

La siguiente parada fue en el Acuario Municipal, situado frente a la Casa Consistorial, donde pudieron conocer de primera mano una muestra representativa de las especies marinas que habitan nuestras costas. El de Santa Pola es el acuario de agua salada más antiguo de la Comunidad Valenciana, inaugurado en 1996.

En declaraciones a este diario, Juan Carrión explicó que el principal objetivo de este tipo de iniciativas «es conseguir la rehabilitación y la reinserción social de personas privadas de libertad». En el caso del grupo que visitó Santa Pola «son todos presos de segundo grado, por lo tanto, las excursiones constituyen el único contacto que tienen con el exterior desde que empezaron a cumplir condena». El centro penitenciario programa al año una decena de salidas, para que los reos puedan disfrutar de experiencias diferentes y enriquecedoras, salir un poco de la rutina diaria en prisión, y emprender el camino hacia la reinserción social.

Seguidamente se trasladaron al Museo del Mar, ubicado en el Castillo - Fortaleza, un escenario que por su belleza, llamó la atención de los visitantes. El museo alberga una exposición monográfica sobre la historia de Santa Pola con tres secciones: Historia y Arqueología; Etnografía del Mar y la Pesca; y Etnografía de la Música y el Mar. Al mediodía, comieron en el restaurante Paco Baile por gentileza de su propietario y para finalizar, visitaron la Cofradía de Pescadores para ver la llegada de los barcos y la venta de pescado.

Una experiencia que disfrutaron al máximo y que sin duda alguna, constituye un nuevo paso adelante hacia la libertad.