Con las tareas de asfaltado y el marcado del vial y de los aparcamientos, el Ayuntamiento de Crevillent ha concluido con las obras de acondicionamiento de las calles Blasco Ibáñez, Carmen y Canónigo Manchón que se iniciaron a finales de enero, y que han supuesto un desembolso para las arcas municipales de 77.795 euros.

Concretamente, en la calle Blasco Ibáñez se ha ampliado la acera derecha del sentido de la circulación hasta los dos metros de ancho, conectándola con la calle Vall, y se ha sustituido la red de agua potable. Por su parte, la acera de la izquierda se ha modificado para delimitar la zona de aparcamiento y se han plantado tres árboles, para continuar así con la línea de arboleda de la calle Llavador. Las obras se han completado con el asfaltado, marcado del vial y pintado de las líneas divisorias para aparcamientos y taxis.

En la calle Carmen, por otra parte, se ha ampliado una acera de unos 28 metros cuadrados para mejorar la circulación en ese punto estrecho. También se ha actuado en la calle Canónigo Manchón, donde se ha demolido una rampa y se han renovado las escaleras, para culminar con el asfaltado de todo el tramo de calle.

Por último, en Primero de Mayo se han sustituido los bancos de piedra por seis bancos de madera a dos caras y con respaldo, más cómodos para los vecinos.

El concejal de Obras, Manuel Moya, recalcaba que estas actuaciones «eran muy necesarias al ser zonas muy transitadas por todos los crevillentinos y visitantes».