Las políticas del nuevo equipo de gobierno de Santa Pola -formado por PSOE, Compromís, Sí se puede, Esquerra Unida y dos concejales no adscritos- han provocado en los últimos meses discordancias con algunos colectivos locales que por diversas razones, no han acogido de buen grado las decisiones adoptadas.

Esta semana, la polémica estalló cuando la Junta Directiva del Club Atletismo Santa Pola anunció su intención de dimitir el próximo mes de mayo, durante su asamblea ordinaria, alegando falta de apoyo municipal. La alcaldesa Yolanda Seva manifestó que esta situación se produjo por discrepancias personales de la Junta Directiva del Club Atletismo con el edil Francisco Soler, y no por la falta de apoyo del equipo de gobierno, que según Seva, empezó a colaborar con ellos desde el principio. «Tenemos la conciencia muy tranquila y muy clara nuestra posición, que es de apoyo a todas las pruebas deportivas que se realizan en el municipio», apuntó la primera autoridad local.

Por su parte, el Partido Popular, principal grupo de la oposición en Santa Pola, responsabilizó directamente a la alcaldesa de este conflicto «por consentir que algunos concejales de su equipo de gobierno viertan duras acusaciones contra la directiva del Club Atletismo». «Por muchos esfuerzos y paños calientes que aporta la concejala de Deportes, la alcaldesa es incapaz de controlar a sus dos concejales no adscritos», afirmaron los populares.

En otra dimisión polémica, esta hace un par de semanas, la Junta Directiva del Club de Convivencia de la Tercera Edad «La Senia» decidió abandonar la gestión del centro por desavenencias con el concejal de Tercera Edad, Samuel Ortiz. Todo a raíz de la reestructuración de los espacios del centro para que algunas asociaciones, como la de enfermos de Alzheimer, tuvieran su local en estas instalaciones. La directiva de «La Senia» manifestó su desacuerdo con el reparto y entendió que no se había contado con su opinión para llevar a cabo la nueva distribución. Ortiz dijo entonces que había sido una decisión consensuada por el equipo de gobierno en beneficio de varias asociaciones que carecían de espacio para desarrollar su actividad cotidiana y según Yolanda Seva «las formas fueron las correctas porque en «La Senia» sabían del objetivo de reestructurar espacios que estaban inutilizados en ese edificio».

Por lo que respecta al polémico cierre de las calles del centro de Santa Pola, por motivos de seguridad, la alcaldesa señaló que «se seguirá cerrando la calle para que los clientes puedan hacer la compra sin peligro de atropello» y aseguró que «los comerciantes del mercado nos han felicitado por la medida». No obstante, y tras varias reuniones con el edil de Comercio, Samuel Ortiz y de Urbanismo, Alejandro Escalada, la Asociación de Comerciantes continua reclamando al Ayuntamiento que atienda su petición de replantear un nuevo cierre de calles más satisfactorio para todos. La asociación estima que hay más de 70 comercios afectados y que las ventas mensuales se han reducido desde noviembre en un 30%. Ortiz reiteró por su parte que «no hay ningún conflicto con las asociaciones locales, son decisiones políticas que creemos benefician a la mayoría de la población».

«Se hace desde el consenso y por el interés general», indicó, además, el concejal de Esquerra Unida.

Recientemente, el Ayuntamiento puso en marcha un nuevo protocolo, basado en una ley estatal, para autorizar eventos en la villa marinera que ha sembrado la incertidumbre entre algunos colectivos. Entre otros criterios, se establece que el organizador debe firmar una declaración responsable y cumplir una serie de requisitos, como aportar una fianza si el Consistorio la requiere. Para el Partido Popular de Santa Pola, este nuevo gobierno «ha entrado como un elefante en una cacharrería, modificando todo para hacer creer que nosotros lo hacíamos todo muy mal y ellos lo hacen todo muy bien». Los populares opinan que con este nuevo protocolo de eventos, lo único que hacen «es perjudicar a pequeñas asociaciones que sólo quieren trabajar para los usuarios».