Sin conservantes ni colorantes. Así es el nuevo «caldo de a bordo» ideado por el armador santapolero José Ruso Bonmatí. Estos años difíciles de crisis económica le han hecho agudizar el ingenio y añadir otro modo de ganarse la vida: «estamos intentando dar viabilidad a lo que nosotros mismos pescamos», explica Ruso. Antes tenía tres barcos, y ahora solo uno, el Punta Aljibe.

En la empresa familiar, José Ruso trabaja junto a sus dos hijos y dos empleados más. Uno de ellos se dedica a salir con el barco a pescar, y el otro trabaja en la nave ubicada en el Polígono Industrial de Santa Pola, en la elaboración de los productos de la marca «Punta Aljibe», marisco cocido y más recientemente este caldo de pescado. «Llevaba tiempo dándole vueltas a la idea de crear un nuevo caldo de a bordo, y soy consciente de que hay varios tipos de caldo ya en el mercado, pero como este no. Este es totalmente natural, no tiene colorantes ni conservantes y está hecho con la morralla limpia».

La empresa empezó el pasado mes de julio a comercializar este caldo sin aditivos, y ya produce 1.000 raciones semanales (250 kilos), que se distribuyen en más de 70 comercios de la provincia de Alicante. Ellos mismos se encargan de la distribución. «Lo importante es que las personas que lo prueban repiten, y cada semana se mantienen, y en ocasiones aumentan, los pedidos de las tiendas. Nuestra idea es seguir ampliando mercado», apunta Ruso. El caldo se vende congelado en cajitas de un kilo -cuatro raciones-, y tiene como objetivo facilitar de forma sana la elaboración de platos tan suculentos como una paella de marisco, un caldero, un arroz a banda, una fideuà o una sopa de pescado. No hay que olvidar añadir sal al gusto y colorante si se desea.

Nuevas ideas

Por otra parte, José Ruso considera que Santa Pola, como municipio marinero, debería potenciar en mayor medida la industria de la pesca y los productos del mar: «el negocio ha bajado mucho en los últimos años, y cada pescador tiene que buscarse la vida como buenamente puede». Ruso alega diversos motivos, pero destaca sobre todo dos, la cantidad de pagos que deben asumir los pescadores y la competencia con el mercado exterior, que ofrece pescado y marisco de peor calidad a un precio inferior. Otra de las cuestiones apuntadas por el armador es que la gente «quiere todo el pescado limpio, sin espinas, y eso también se puede ver como una oportunidad de negocio». En su caso, elaboran además marisco cocido, en cómodas raciones de 400 gramos.

A pesar de la recesión del sector, Ruso quiere dejar claro que la calidad del pescado de Santa Pola «es la mejor de todo el Mediterráneo, y una de las claves está en la forma en que lo trabajamos aquí: cuando llega a puerto lo limpiamos, lo ordenamos para que no se amontone y le ponemos el hielo suficiente para no romper la cadena de frío». Ahora, el armador trabaja en la elaboración de otro tipo de caldo, ya con los trocitos de pescado y marisco incorporados, para facilitar aún más la elaboración de los platos.