Antonio fundó hace 30 años, junto a otros tres compañeros, la Asociación Santapolera de Alcohólicos Rehabilitados (Asare), y ha sido presidente de la misma durante más de 25 años. A lo largo de este periodo, la entidad ha tendido la mano a cientos de personas que han acudido a pedir ayuda aquejados de alguna adicción -no sólo al alcohol-. Desde Asare están dispuestos a ayudar a todo aquel que necesite apoyo. Viudo, con tres hijos y seis nietos, Antonio decidió hace 33 años plantar cara a su enfermedad y engancharse a la vida.
¿Cómo funciona Asare?
Aquí acuden personas con problemas de adicción (de cualquier tipo), y cuando nos plantean su caso, les remitimos a la Unidad de Conductas Adictivas de Elche. Una vez desenganchados vuelven a Asare para continuar con su terapia, ya en su última fase de rehabilitación. También trabajamos con la familia, porque muchas veces quiere ayudar y no sabe cómo, y en ocasiones son ellos los que acuden a pedir ayuda para algún familiar (padre, madre, hijo, etc.). Hoy en día el alcohol también es disparador de otras adicciones, como las drogas o el juego.
¿Cómo son las terapias?
Nos reunimos periódicamente en el local de Asare y cada uno cuenta su experiencia personal, para que el enfermo vea que no está solo. Hay veces que somos 50 y otras veces somos 5. Muchos de ellos acaban recayendo.
¿Es difícil rehabilitarse y no volver a recaer?
Lo primero es reconocer que tienes un problema, y después, tener voluntad de rehabilitarte y hacerlo por ti mismo. Yo llevo 33 años sin beber -desde 1982- y no estoy curado. Si me tomo una copa me puedo volver a enganchar. Hay algunos que piensan que ya están curados y no es así. El apoyo del grupo de rehabilitación es muy importante, ya que el enfermo se siente respaldado.
¿Cuál es el perfil del adicto que pide ayuda en Asare?
Hombres de mediana edad -unos 40 años-, aunque cada vez vienen más mujeres. Hombres que ya lo han perdido todo: dinero, trabajo, esposa, o han contraído enfermedades derivadas del consumo de alcohol u otras sustancias, e incluso, han sufrido un accidente de tráfico grave.
¿Qué consejo le daría al joven que empieza a beber o a consumir drogas y a la persona que ya está enganchada?
Al joven le diría que lleve mucho cuidado, que el alcohol y las drogas son muy peligrosas, y te puedes enganchar sin darte cuenta. Y a la persona que ya es adicta, le aconsejo que no se avergüence en pedir ayuda. Una persona que reconoce que tiene un problema y lo afronta es un valiente.
