Una jornada para reconocer y valorar el trabajo de los maestros en la educación de los niños y jóvenes. Crevillent volvió a recordar «La Boleta del Queixal», una vieja tradición en la que los alumnos entregaban comida a los profesores en señal de agradecimiento por su labor docente, dado que el sueldo que recibían apenas les alcanzaba para cubrir sus necesidades más básicas.

Para conmemorar esta fecha señalada del calendario local, la Concejalía de Educación, con la colaboración del área de Cultura, organizó una serie de actividades culturales para alumnos de infantil, primaria y secundaria de los distintos centros educativos de la población, tanto del casco urbano como de las pedanías, a los que el Consistorio facilitó un autobús para desplazarse. Unos mil estudiantes se congregaron en la Casa Municipal de Cultura «José Candela Lledó» para disfrutar de estas actividades, una obra de teatro en inglés en el auditorio para los más mayores -primaria y secundaria- y un cuentacuentos en valenciano y castellano para los «peques» de infantil en el salón de actos.