Los efectivos de la Guardia Civil y la empresa especializada que trabajan en la inspección del pozo ciego de Santa Pola están acometiendo ya la última fase. La búsqueda se centra en intentar localizar los restos de Remedios Ludeña Gea, vecina del barrio del Calvario desaparecida en 1991 cuando tenía 19 años, sobre la que se han conocido nuevos indicios que apuntan a que su cadáver pudo haber sido arrojado al pozo junto al barranco de Catarra. La inspección del pozo se acomete desde el interior de un cilindro metálico a 14 metros de profundidad y se espera que el fondo se alcance hoy, llegando a los 16 metros. Según las pruebas practicadas por la empresa con una pértiga, a esa profundidad el suelo es de roca, por lo que no habría restos más abajo. Los operarios sacan cubo a cubo la tierra y desechos del fondo del pozo que efectivos policiales revisan en el exterior. Si todo continúa según lo previsto los trabajos pueden culminar hoy mismo.