Cinco sectores de Santa Pola pagarán el IBI rústico correspondiente al espacio urbanizable, casi después de una década.

Una modificación en la Ley de Catastro Inmobiliario del pasado 25 de junio, derivada de una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana ha conseguido revertir de urbano a rústico una buena parte de ese uso de suelo si no tenía ordenación pormenorizada.

Desde el área de sostenibilidad del Consistorio han remitido el pertinente informe al respecto de este cambio de IBI a la Gerencia Territorial del Catastro, y todas aquellas personas que se vieron afectadas por este cambio de uso del suelo y a las que se les aplicó un incremento de valor de sus terrenos verán revertida la aplicación del impuesto en el año 2016.

Con ello, a partir del próximo año, los nuevos sectores creados de Xiprerets, la Calera, Salines, Cendres I y II, Perdices y La Balsa I y II, pasaran de pagar la contribución (IBI) de suelo urbanizable a suelo rústico, con la consiguiente reducción del recibo.

Desde el Ayuntamiento santapolero explicaron que «en el año 2006 el PP aprobó en solitario el Plan General de Ordenación Urbana de Santa Pola, con el que prácticamente convertía todo el suelo rústico disponible en el término en suelo urbanizable, y posibilitaba que la población creciera por encima de las 75.000 personas con nuevas viviendas, la inmensa mayoría de segunda residencia».

Según el equipo de gobierno, esta decisión afectó a los cinco sectores que ahora, diez años después, volverán a pagar por la condición de suelo inicial.

Por su parte, el edil de Urbanismo, Alejandro Escalada, explicó que «lamentamos que la comunicación oficial haya llegado en fecha en que ya no se ha podido aplicar la medida al IBI de este año 2015, ya que era una demanda de las personas afectadas que veían cómo sus suelos aún rústicos, y en su mayoría dedicados a la agricultura, pagaban como un terreno urbano».