La entrada cristiana volvió a permitir que la ciudad de Crevillent viviese una deslumbrante noche de fiestas de Moros y Cristianos. Como en la velada del sábado, el bando contrario -ayer el moro- hizo acto de aparición en una entrada previa al boato pertinente en conmemoración de los 50 años de la festividad, fecha en que las comparsas de los Beduinos y los Almogávares fundaron una tradición reconocida como de Interés Turístico Nacional y que medio siglo después sigue llenando las calles de la localidad alfombrera de alegría. Nuevamente, estos dos grupos festeros desfilaron otra vez de forma conjunta como en la jornada sabatina en otro de los actos excepcionales con motivo del hito.

Los Caballeros del Cid portaron la capitanía con la intensidad que desprendió su boato y cautivó a todos los espectadores.

La guinda la puso la carroza que transportaba a los estandartes de la capitanía, Sergio y Támara Tomás Muñoz, pero antes la antecedió un variado número de escenas.

En la primera parte se interpretó el esplendor árabe y la muerte del Califa, reviviendo el reinado de Abd-Al Aziz en Valencia. Bailes, símbolos, banderas y filás especiales anunciaron su muerte para dar paso a la reconquista cristiana tras el fin del califato y las continuas escaramuzas. Fue entonces cuando hizo acto de presencia en la historia el personaje principal: Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid. El espectáculo creció con representaciones de batallas entre moros y cristianos a caballo, y prisioneros y franciscanos.

Las bandas de música sonaban con la fuerza que correspondía la aparición del Cid. Bailes como los jardínes de la Infanta y la entrada de los caballeros templarios cerraron el segundo bloque. En la tercera parte se consumó la glorificación del Cid como triunfante rey respetado por sus enemigos.

Entonces Crevillent asistió al nombramiento del Cid Campeador. La leyenda entró en la memoria del público para siempre y fue la cumbre de un fantástico boato cristiano. Antes de la entrada de la carroza del capitán fue el momento del caballo con la bandera de la comparsa de los Caballeros del Cid, la manada de perros mascotas del capitán, el batallón triunfal de la comparsa cristiana de Elda y su trova, junto al batallón de Caravaca de la Cruz, culminado todo con la sinfonía de la banda Adagio y un coro de voces masculinas.

A continuación, se produjo el desfile del resto de comparsas cristianas de Crevillent para poner el broche a unas fiestas de Moros y Cristianos que, entre hoy lunes y mañana martes, cerrarán la edición del presente año con los actos de la festividad nacional de la Virgen del Pilar y los alardos de arcabucería repartidos en dos sesiones. El último fin de semana de fiestas no desentonó.

PROGRAMA DE ACTOS

ALARDO DE ARCABUCERÍA

08.00 horas Concentración de todos los arcabuceros en el paseo del Calvario para participar en el acto con disparos por parte del bando moro y el bando cristiano. Los participantes bajarán por el paseo y recorrerán las calles Morquera y Blasco Ibáñez con hora de finalización prevista para las 9.30 horas. Ambos bandos realizarán el mismo recorrido.

ACTOS VIRGEN DEL PILAR

11.00 horas En conmemoración a la fiesta nacional en la festividad de la Virgen del Pilar.

ALARDO DE ARCABUCERÍA

17.00 horas Ambos bandos repetirán el recorrido de la mañana.

EMBAJADA AL REY JAUME I

18.30 horas El acto se desarrollará en la plaza Constitución.