Las marchas festeras resuenan ya en Crevillent, el alumbrado oficial ilumina las calles y el «Primer Tró» ya ha dado paso a los desfiles de los Moros y Cristianos.

Bajo este ambiente, el alcalde de la localidad alfombrera, César Augusto Asencio, abrió ayer las fiestas patronales desde el balcón de la Casa Consistorial.

El primer edil ensalzó la importancia de los 50 años de existencia de la asociación cultural festera y realizó un nostálgico repaso de la trayectoria de las comparsas, de los festeros que ya no están y recordó fugazmente a los capitanes y presidentes del colectivo.

Pero, en mitad de su discurso, el primer edil de la corporación municipal lanzó una sorpresa para sus vecinos. Asencio prometió desfilar, por primera vez en veinte años desde que es alcalde, en el desfile de la entrada cristiana del próximo domingo, 11 de octubre.

El alcalde saldrá junto al presidente de la asociación, José Ángel Asencio, Els Dragons de Sant Jordi. «Así que será el primer año en que la recepción del Ayuntamiento previa a la entrada cristiana, no estaré para reabrir y saludar al capitán moro, a sus sultanas ni a los miembros de los Moros y Cristianos, ni a nuestros ilustres visitantes», comentó.

Además, el regidor de Crevillent aprovechó para destacar la importancia de obtener la declaración de Fiesta de Interés Turístico Internacional.

«Nada más nos falta una cosa, y es que tengamos la suerte de que en este cincuenta aniversario nos den el reconocimiento».

Con estas palabras, Crevillent se adentraba de lleno en las fiestas, que esta edición se verán engrandecidas por coincidir con el puente de octubre. Tras el pregón, en el que también estuvieron presentes los capitanes y bellezas y el presidente de la asociación de Moros y Cristianos, los festeros de las doce comparsas protagonizaron el informal desfile de L'Entraeta.

El concurso de cabos, que tradicionalmente se hacía ayer por la noche, se trasladó al día de las entradas.