El Ayuntamiento de Santa Pola ha obligado a la constructora de la estación de autobuses a subsanar deficiencias en los accesos, señalización y vallados como condiciones indispensables para su reapertura.
Después de un mes desde que la empresa adjudicataria del grupo Vectalia se viera forzada a suspender la actividad por órdenes municipales, tras abrir tan sólo unos días, el municipio sigue todavía a la espera de contar con la necesaria infraestructura.
Pese a que la reanudación del servicio estaba previsto a principios de agosto, el Consistorio santapolero aún permanece a expensas de la constructora, ya que, según el concejal de Infraestructuras, Paco Soler, hoy por hoy faltan deficiencias por subsanar.
Entre ellas, la instalación de un vallado perimetral de contención peatonal que afecta a la calle Elche y calle Levante, con el fin de evitar el paso de los viandantes por zonas no autorizadas.
«La Policía Local ha dado un informe favorable para su apertura pero la empresa tenía 24 días para cumplir con este asunto y todavía no se ha resuelto. Ni tampoco han sustituido unos hitos desmontables, que se les había requerido», explicó el edil del área.
Asimismo, desde el Ayuntamiento añadieron que todavía falta el informe de la técnico de obra para proceder a reanudar el servicio y entre las exigencias que ha hecho el equipo de gobierno a la empresa es una zona para la descarga de pasajeros, así como la eliminación del cartel publicitario.
Con ello,la constructora de la reivindicada terminal de autobuses ya ha realizado diferentes actuaciones para reordenar el tráfico en la zona, por problemas de giro de los autobuses, y mejorar la señalización para los usuarios etc.
Así las cosas, desde el pentapartito esperan que los trabajos puedan reactivarse a lo largo de septiembre. «En el Ayuntamiento estamos por la labor de que abran cuando todo esté subsanado. No vamos a poner impedimentos. Pero vamos a ser inflexibles con la seguridad. Pensamos que en agosto se ha podido paralizar todo por el mes que es, pero la pelota está en su tejado», explicó Soler, quien precisó que «desde el principio exigimos que acabaran la obra como una unidad, no de forma parcial como ellos querían».
Y es que, en el momento que abrió la terminal, el área comercial todavía seguía en construcción, con lo que adjudicataria pretendía ponerla en marcha semanas después.
Pasos pendientes
Una vez que se finalicen los trabajos de mejora, el pleno municipal tendrá que refrendar el acta para su reapertura, que tendrá un periodo de pruebas de 48 días.
En este tiempo, los técnicos realizarán una auditoría acústica en la estación y si es positiva tendrá la licencia de apertura. Precisamente, el primer día de su puesta en marcha hubo quejas vecinales por el ruido que producía el lavadero ubicado junto a la estación de servicio de la terminal.
