El Ayuntamiento de Crevillent ha decidido «cerrar el grifo» de fuentes públicas, como la ubicada en la Rambla, con el fin de evitar que los vecinos de Els Pontets sigan llenando decenas de garrafas del agua municipal.

Los crevillentinos afectados por la falta de suministro de riego llevan semanas acudiendo a esta fuente pública para abastecerse, también como protesta por la situación que muchos de ellos sufren en la sierra, donde llevan desde mayo sin agua, por un conflicto entre regantes que está en manos de los juzgados.

El abastecimiento que llegaba hasta esta zona de la sierra crevillentina desde el canal de los Suizos les permitía mantener sus árboles o llevar a cabo labores de limpieza o higiene personal, pese a que no se trataba de agua potable, ya que hasta este punto nunca ha llegado el suministro público.

Ahora, para evitar el llenado de garrafas, desde el Consistorio decidieron bajar desde hace unos días el caudal del agua, «ante la denuncia de varios vecinos, que habían avisado a la Policía Local por un consumo excesivo por parte de los afectados de Els Pontets», según informaron ayer desde el Ayuntamiento.

En la misma línea, desde el gobierno municipal también se afirmó que «hay que tener un control y una racionalización para que no haya un uso abusivo de los servicios que pagan todos los crevillentinos».

Nuevas protestas

Sin embargo, los afectados no están de acuerdo con estas acciones. El pasado 16 de agosto una de las ciudadanas que baja diariamente a la fuente ya denunció ante el Síndic de Greuges que la Policía Local acudiera a la Rambla «para prohibirle llenar las garrafas de agua». La reclamación incluía, además, una denuncia debido a que «los policías se negaron a identificarse».

Para protestar en contra de la nueva medida municipal, que les impide llenar el mismo número de garrafas que antes, los afectados se concentraron ayer por la tarde en el aparcamiento frente al auditorio de la Casa de Cultura, en la Rambla, con el fin de hacer llegar públicamente sus quejas sobre la polémica decisión del Ayuntamiento. Según los manifestantes, «ahora que han cortado la presión, tenemos que invertir una hora para llenar dos garrafas».

Además, residentes denunciaron la difícil situación que atraviesan algunos afectados que residen en la sierra, ya que no pueden permitirse pagar cubas de agua para regar o para uso doméstico. En esta línea, sobre todo, los vecinos más mayores son los que más sufren esta situación, ya que apenas cuentan con una pensión de 400 euros y tampoco pueden construirse un pozo, como tienen una gran prte de las viviendas.

El corte ha afectado también a otros vecinos de la localidad, que acuden a la Rambla expresamente para practicar deporte.

Por el momento, la Comunidad de Regantes de San Cayetano tiene la titularidad de la tubería por la que llegaba el agua a los vecinos de Els Pontets, quienes han iniciado una lucha sin tregua para volver a recibir agua y, además, denuncian que estaba contaminada.