En el aire. Así se encuentra ahora mismo la histórica celebración del pregón en el Castillo Fortaleza. Una medición realizada por los técnicos municipales ha desvelado que el aforo máximo permitido del patio de armas es de 410 personas, cuando el evento solía congregar más de 2.000 personas, o lo que es lo mismo, superaba cinco veces el aforo máximo permitido, según el Ayuntamiento.
El nuevo equipo de gobierno ha «tropezado» con este nuevo obstáculo relacionado con las medidas de seguridad de las instalaciones municipales, después de haber decretado la pasada semana el cierre cautelar del polideportivo de Gran Alacant.
En este sentido, desde el área de Cultura, su concejal Anna Antón explicó que «nos hemos encontrado con un informe de Conselleria que llegó en febrero al Ayuntamiento, coincidiendo con la Media Maratón, y que advertía que por ley no se pueden instalar carpas en el Castillo por cuestiones de seguridad y por deteriorar el patrimonio».
Con ello, según la edil, la Generalitat decretó la suspensión cautelar para realizar cualquier tipo de obras en esta fortaleza, cuya construcción data del siglo XVI. Esto supone que el Ayuntamiento también tendrá que pedir autorización para cualquier acto.
De esta manera, a raíz del informe, técnicos municipales realizaron una medición sobre el patio de armas, que actualmente dispone de dos salidas, y concretaron que por ley está permitido un aforo muy inferior al que permitía el anterior ejecutivo local.
Así las cosas, el Ayuntamiento está ahora pendiente de un plan de evacuación para valorar si se puede habilitar más salidas de emergencia y aumentar la capacidad, con el objetivo de estudiar qué actos culturales y festivos pueden celebrarse. «Estamos en una situación complicada para volver a celebrar el pregón en el Castillo, por lo que tendremos que esperar al plan de evacuación, repensar el modelo del acto y valorar las alternativas», apuntó Anna Antón.
En esta línea, entre las posibles opciones se encuentra la idea de trasladar el evento, que marca el inicio de las fiestas, fuera del Castillo, entre la fachada de la edificación y la Glorieta.
