El golpe de mando de la dirección nacional de Ciudadanos no se ha hecho esperar. Las altas esferas del partido liderado por Albert Rivera han castigado a los dos concejales de Santa Pola que han permitido dejar el Ayuntamiento en manos de la izquierda.castigado

Así las cosas, el cabeza de lista de la formación santapolera, Ignacio Soler, junto a su número tres, Paco Soler se han convertido en los primeros «tránsfugas» en España después de que ayer se hiciera pública la apertura del expediente de expulsión por parte de la dirección nacional.

La correctiva ha llegado dos días después de que los dos recién nombrados concejales del Consistorio de la localidad costera dieran su voto a la candidatura de la socialista Yolanda Seva para formar un gobierno integrado por un pentapartito con presencia también de Compromís, Esquerra Unida y Sí Se Puede.

Si bien, la insólita postura de los dos ediles, que permitió desbancar al PP del Ayuntamiento tras doce años de mayoría absoluta, se contrapuso a la que tomó la número dos y coordinadora local de Ciudadanos, Eva Mora, que se abstuvo en las votaciones en el acto de investidura del sábado. De esta forma, la candidata del PSOE logró once votos a favor, frente a los nueve que consiguió el popular Miguel Zaragoza y a la abstención.

Ante ello, el cabeza de lista de Ciudadanos a las Cortes Valencianas, Emigdio Tormo, explicó ayer a Efe que «la dirección nacional de Derechos y Garantías, de Barcelona, ha abierto el expediente a instancias de la dirección provincial de la formación». Según Tormo, los tres concejales de Ciudadanos se habían comprometido a abstenerse en la votación de investidura de alcalde, lo que habría favorecido al PP, «pero los dos concejales se saltaron la disciplina de voto y engañaron a sus compañeros de Ciudadanos para entrar en el equipo de gobierno».

Asimismo, a primera hora de la mañana de ayer, el cabeza de lista de la formación local y su número tres, presentaron por registro en el Ayuntamiento un escrito, antes de hacerse público el expediente, para pedir la baja del partido de Albert Rivera y pasarse al grupo de los no adscritos.

Contrarios al PP

Los concejales díscolos mantuvieron varias reuniones con los partidos de izquierda después de que en las elecciones del 24 de mayo obtuvieran tres representantes en el Ayuntamiento, aunque apenas mantuvieron contacto con el Partido Popular, a excepción de la noche previa a la toma de posesión y nunca con el ahora ex alcalde Miguel Zaragoza, según aseguró el propio Ignacio Soler, ya que la relación entre ambos es prácticamente nula.

De hecho, antes de los comicios electorales del pasado 24-M, el propio Ignacio Soler, anterior militante del Partido Popular, confesó públicamente que «estaba dispuesto a pactar con cualquier partido para llegar a la Alcaldía, excepto con el Partido Popular, con el objetivo de acabar con la tiranía política de una vez».

De esta manera, el Ayuntamiento santapolero ha iniciado ahora un nuevo camino con un pentapartito al frente del equipo de gobierno. Cuando se haga efectiva la expulsión de Ignacio y Paco Soler, los dos concejales pasarían al grupo de los «no adscritos» para gobernar junto a las otras cuatro fuerzas de izquierda.

Este escenario abre un nuevo reto para este nuevo Ayuntamiento que ha hecho historia en la villa marinera, tras doce años de mayoría absoluta del Partido Popular.