Hacer de Santa Pola un lugar referente para salir, como lo fue años atrás, pero adaptado a los nuevos tiempos. Empresarios de la hostelería y el ocio de la localidad costera han unido su voz para impulsar el principal motor económico del municipio y evitar la fuga de clientes a otras ciudades.

Conseguir que el sector despegue y que la villa marinera se convierta en un polo de atracción es uno de los principales objetivos de la nueva asociación constituida por propietarios de este tipo de negocios.

Cansados de la situación actual, desde este colectivo han incidido en la importancia de promover la apertura de locales de ocio ordenadamente y nuevas iniciativas, con respeto hacia los vecinos que eligen Santa Pola para descansar.

Y es que este motivo, traducido en continuas quejas vecinales, es una de las principales causas que a lo largo de los años ha motivado que este sector decaiga en la localidad costera.

Con ello, el reconocimiento expreso y operativo de la hostelería y del ocio para la economía santapolera es la primera demanda que el colectivo ya ha hecho llegar a los partidos políticos. Según la asociación, a nivel local, el sector representa más del 35% de empleos directos (entre autónomos y empleados por cuenta ajena) y contribuye a sostener indirectamente más del 15% del empleo restante. En esta línea, desde la asociación estiman que la mitad del empleo en la localidad depende del vigor de este sector.

Sin embargo, las trabas por parte de las administraciones centran las quejas de los propietarios de los locales. Principalmente, la dispersión y descoordinación de los controles por parte de la Policía Local y Autonómica, la Guardia Civil, Sanidad, Turismo, Inspección de Trabajo son, según el colectivo, uno de los principales conflictos a los que se enfrentan casi a diario.

Papeleos eternos

De hecho, han denunciado «una inseguridad jurídica abrumadora», unida a la demora para obtener licencias y permisos en la localidad.

Ante ello, desde la hostelería y el ocio santapoleros han pedido al Ayuntamiento su respaldo para acabar con las dificultades burocráticas, como un servicio municipal que aglutine todos los trámites y que permita agilidad e inmediatez en la burocracia, así como una concejalía específica para tratar con la asociación.

Y es que, la falta de contacto directo con el sector es otra de las realidades que achacan los hosteleros. En este sentido, el sector reclama poder ser considerado a la hora de elaborar ordenanzas que les afecte y que no tengan que paralizarse por la dificultad de ponerse en práctica, como la decisión de homogeneizar la imagen de las terrazas en el paseo marítimo.

Junto a estos impedimentos, los hosteleros también claman la apertura de hoteles en la localidad y cuestionan «por qué ninguna cadena hotelera quiere implantarse en Santa Pola».

De hecho, desde la asociación consideran vital esta necesidad para atraer turismo y visitantes al municipio, al igual que rechazan ceder terrenos públicos para construir apartamentos turísticos.

Así las cosas, la nueva organización patronal ha comenzado a mantener contactos con la Asociación de Comerciantes para promover actividades conjuntas, como ferias, animación etc a lo largo del año.