Un hombre, detenido por estafa, puso en alerta a los efectivos de la Policía Local de Santa Pola el viernes durante tres horas ante la posibilidad de producirse un secuestro.

El arrestado viajaba en taxi desde Barcelona hasta la localidad costera, después de haber atracado en una gasolinera y atemorizó al conductor a lo largo del extenso recorrido.

Desde la Policía Local indicaron que la jefatura recibió un aviso del 112 sobre la llegada de un taxi a Santa Pola, que posiblemente trasladaba a un presunto atracador. Ante ello, los agentes se vieron obligados a desplegarse y a montar un dispositivo con diversos controles por la carretera Nacional 332, con el objetivo de interceptar al taxi. Asimismo, según la Policía Local, los efectivos mantuvieron contacto directo con otro taxista de Barcelona para conocer en todo momento el paradero del vehículo en el que viajaba el posible atracador.

Después de varias horas tras su pista y con el taxista completamente atemorizado por el temor a que su cliente fuera armado, la Policía Local llegó a divisar el coche hasta por la carretera del faro.

Una vez en el municipio, el viajero bajó del automóvil público y se marchó sin abonar los 900 euros del traslado de 800 kilómetros. Finalmente, el hombre, que tan sólo había hurtado comida y bebida en la gasolinera, fue detenido por la Policía Local y Guardia Civil por un delito de estafa.