El Consell ha confirmado su intención de derribar los cuatro bloques pendientes de las 98 viviendas, aunque el resto de la urbanización proyectada en la zona tenga que esperar.

Ante la petición del Ayuntamiento crevillentino sobre la necesidad de demoler de manera urgente los inmuebles plagados de ratas y de basura, el director general de Obras Púbicas, Proyectos Urbanos y Vivienda de la Conselleria de Infraestructura, Territorio y Medio Ambiente, José Vicente Dómine, ha confirmado al alcalde César Asencio que este año están previstas las obras de demolición.

Según fuentes municipales, la redacción del proyecto de derribo estará lista en un mes y a partir de ese momento sacarán a licitación los trabajos para tirar abajo los bloques. El abandono de los cuatro edificios del barrio norte de Crevillent ha generado contínuas quejas vecinales por la proliferación de roedores ante la acumulación de basura que hay en la zona.

De hecho, Asencio reconoció que «esta zona es un foco de problemas, y desde el Ayuntamiento se ha intervenido con limpiezas o tabicando, pero aún así hay personas que entran de manera ilegal y generan problemas de inseguridad».

Asimismo, el primer edil garantizó que está siendo continua la actuación de la Guardia Civil y de la Policía Local para mantener un control y hacer los desalojos de ocupaciones ilegales.

Fue en el año 2011 cuando se presentó el proyecto de Actuación de Reforma Urbana Los Molinos que comprendía la regeneración de las 98 viviendas y los edificios privados de la calle Bécquer, Uruguay y adyacentes, pero quedó paralizado temporalmente por el Ministerio de la Vivienda y la Generalitat por la crisis.

Ahora, el representante del Consell ha afirmado durante su visita que «no sólo vamos a solventar un problema que nos ha pedido el Ayuntamiento, sino que vamos a poner la primera piedra de lo que va a ser uno de los espacios más interesantes de Crevillent en la próxima década».