Abierto al público desde hace dos meses. El aparcamiento del puerto pesquero todavía permite la libre circulación de los vehículos, a pesar de haber anunciado en agosto la limitación del acceso únicamente a usuarios autorizados y a los clientes de la gasolinera con el objetivo de dejar de perjudicar a los parkings de pago de la zona.
Y es que, únicamente durante dos semanas, desde el 15 al 30 de agosto, el recinto portuario prohibió la entrada libre a los vehículos que aprovechaban el espacio para aparcar sin ningún coste.
Después de una quincena con personal vigilando el acceso a la zona, con el inicio de las fiestas patronales de la localidad, la cofradía de pescadores, entidad que gestiona el parking, volvió a dar luz verde al acceso y al estacionamiento de los vehículos.
No obstante, al finalizar los festejos locales y después de retirar las barracas del recinto portuario, la zona continuó abierta hasta ahora, sin personal en la entrada, lo que implica que todavía los coches utilicen la zona para evitar pagar en otros estacionamientos de pago que sufren desde hace más de dos años la competencia desleal.
Por su parte, desde la Cofradía de Pescadores todavía no han hecho pública la fecha del cierre definitivo del recinto portuario ni el motivo del retraso de la bajada de las barreras para permitir el acceso únicamente al personal del puerto y a los clientes de la gasolinera, también gestionada por la entidad pesquera.
De esta manera, la Asociación de Minusválidos Físicos de Santa Pola (AMFISA), responsable de la gestión del aparcamiento privado próximo al puerto, continúa a la espera de una solución ante la pérdida de clientes, principalmente los fines de semana.
Larga espera
La apertura de la estación de servicio del puerto al público en general hace ya casi dos años supuso la libre entrada al recinto portuario y la consiguiente oportunidad de estacionar en la zona de manera gratuita. Esta situación perjudicó a los aparcamientos privados de la zona, e incluso, el que está regulado por AMFISA se vio obligado a cerrar temporalmente. A partir de ese momento, el Ayuntamiento, la Cofradía y la asociación afectada iniciaron las gestiones para tratar de dar solución a un problema todavía no resuelto.
