Santa Pola ha destinado 11,1 millones de euros en renovar la red de agua potable de cinco barrios de la localidad que sufrían continuos problemas por la antiguedad de las canalizaciones, algunas de ellas construídas entre la década de los cincuenta y los sesenta.

Después de siete años de obras y continuos levantamientos de aceras, el Plan Director de Agua Potable ha finalizado con la sustitución de 56 kilómetros de tuberías de fibro-carbono por fundición.

«Con esta gran obra, que ha sido financiada íntegramente por el Ayuntamiento, se han eliminado problemas históricos como las fugas de agua, averías, filtraciones en el casco antiguo, Gran Playa, Playa Lisa, Tamarit y también en zonas de Santa Pola del Este», explicó Loreto Serrano, concejal de Infraestructuras.

Con ello, la obra ha contemplado también la sustitución de 2.900 acometidas de agua y la renovación de 80.000 metros cuadrados de aceras, que tuvieron que ser levantadas como consecuencia. «Con ello, hemos eliminado las barreras arquitectónicas en el municipio y mejorado la accesibilidad», recalcó Serrano.

De esta manera, desde Hidraqua, empresa encargada del servicio de mantenimiento del alcantarillado y aguas pluviales, señalaron que desde 2005 a la actualidad han detectado un ahorro en la factura del 25% y advirtieron que la renovación de la red de agua potable ha influido en la bajada del consumo. Representantes de la empresa añadieron, además, que las nuevas canalizaciones garantizarán el abastecimiento de agua en los próximos 40 años.

Por otra parte, Santa Pola ha visto concluir el saneamiento del alcantarillado por vacío tras invertir 16 millones de euros con el objetivo de evitar las filtraciones de agua salada en las tuberías.