Las comparsas de Moros y Cristianos de Crevillent mostraron ayer su faceta más divertida con el Desfile de Humor. Los festeros llenaron las calles de colorido, música y, sobretodo, muy buen ambiente en una cita que no defraudó a las miles de personas que se echaron a la calle para participar de la fiesta. De hecho, aunque la lluvia llegó a hacer acto de presencia, no deslució el desfile.

Cada una de las doce comparsas que componen la Asociación de Fiestas de Moros y Cristianos «San Francisco de Asís» escogió un motivo diferente para arrancar sonrisas y carcajadas a grandes y pequeños.

Los Marroquíes representaron su particular visión de «Los Marroquíes vuelven a casa por navidad» adelantando unos meses la presencia de motivos navideños en Crevillent.

La importancia o protagonismo que la gastronomía ha adquirido durante los últimos años no ha pasado desapercibido para los festeros y los festeros de la compasa Castellano-Leonesa se presentaron caracterizados con el lema «Canal cocina masterchef».

Por su parte, los Guerreros Astures recrearon una visión muy divertida de un viaje a Madrid, mientras que los Moros Viejos trasladaron las calles de Crevillent hasta «La Grecia de los dioses».

La capitanía cristiana de los Maseros irrumpió en el desfile con su particular visión de «Esto es Jolibud», y los Dragones retrocedieron hasta la década de los 80 caracterizados hasta el más mínimo detalle.

Con muchas ganas de fiesta hicieron su aparición en el desfile los Beduinos que trajeron hasta Crevillent «October fest. La fiesta de la cerveza», mientras que los Berberiscos mostraron su lado más dulce llegando las calle de chucherías.

Por su parte, los Benimerins mostraron su visión de «El universo benimerin», y los Omeyas se trasladaron hasta las baleares, concretamente llenaron la villa crevillentina de ambiente ibicenco. Un cariz viajero con el que también contaron los Almogávares que participaron en el Desfile de Humor con el lema «Almogávares viajeros en Irlanda. Hay que visitarla».

Por su parte, los Caballeros del Cid llenaron de color rojo las calles de la villa con su particular visión de «La tomatina del Cid».

El Desfile de Humor partió de la calle Santo Tomás y recorrió la avenida de Madrid, Santísima Trinidad, San Sebastián, Plaza Chapí, Blasco Ibáñez y Plaza de la Constitución.

A lo largo de todo el recorrido las calles estaban llenas de público que disfrutó con las diferentes puestas en escenas de las comparsas y de la creatividad de los disfraces y artilugios.

Y es que cada año las comparsas se esmeran más en sacar el máximo partido a temas que en un principio pueden resultar recurrentes pero que con ingenio, trabajo e imaginación al final resultan de lo más divertido, como ayer volvió a quedar patente en las calles crevillentinas.

Los premios, tanto del concurso de cabos como del Desfile de Humor se entregarán el próximo martes a las 20.30 horas en el Casal Festero.