La bandera de la media luna ondea en Santa Pola. El Castillo Fortaleza fue sitiado ayer por las tropas moras tras un duro y creíble enfrentamiento con disparo de arcabucería que comenzó con los primeros rayos del sol en la playa de Levante.

La villa marinera recreó ayer el primer capítulo de la trilogía de los Moros y Cristianos. Inmersa en las fiestas en honor a la Virgen de Loreto, la localidad costera vivió ayer un intenso día dedicado al asedio del bando moro.

Frente al mar, arqueros, arcabuceros y un ejército de espadachines desembarcaron para pedir la rendición de las tropas de la cruz, que aguardaba en su campamento.

La primera puesta en escena de la asociación de Moros y Cristianos congregó a alrededor de 60 festeros, entre ellos, una quincena portaba el tradicional armamento con el que se ensordeció a un público muy animado desde primera hora de la mañana.

El pasacalles musical con la Banda Unió Musical de Santa Pola y la Colla el Freu por las calles del municipio se convirtieron en el preámbulo de la segunda lucha del día.

El Embajador Moro, representado por Jerónimo Buades, acompañado por su escolta de Llaganyosos, Beduinos y Bereberes solicitó en parlamento la rendición del Castillo a los cristianos. Las huestes de la cruz, con el embajador Vicente Valero Amorós al frente y sus acompañantes, los Templarios, Almogávers, Piratas y Astures se negaron y defendieron su morada.

Con los vecinos y turistas, todavía alojados en el municipio, en la calle, la embajada mora volvió a hacer retumbar Santa Pola, pero esta vez ya, en las calles próximas al Castillo Fortaleza donde volvió a gestarse una nueva batalla, la tradicional «sostracà». Así, el disparo de arcabucería fue atronador para los espectadores que se concentraban al aire libre para presenciar la cita histórica en la que tuvo como vencedores a las comparsas moras. La noche finalizó con el protagonismo de los triunfadores que realizaron su entrada.

Hoy, Santa Pola volverá a sumergirse en la época de la Edad Media y la Reconquista cristiana. El acto de ayer consiguió aumentar su participación y contó con la puesta en escena de más de 1.100 personas, según la asociación.