Los persistentes accidentes de tráfico en el cruce de la calle José Alejo Bonmatí y Sacramento han obligado al Ayuntamiento a volver a reforzar las medidas de seguridad en la zona.

Las colisiones entre vehículos por no respetar el stop y también contra las fachadas de los inmuebles, junto a los atropellos a peatones han convertido a estas vías en un punto negro de Santa Pola.

Ante ello, después de que en 2012 ya actuara sobre la zona Tráfico, el Consistorio ha tenido que tomar medidas adicionales para tratar de acabar con la problemática.

De esta manera, según el concejal de Seguridad Ciudadana, Antonio Pérez Huerta, entre las actuaciones destaca la limitación de velocidad a 20 kilómetros por hora en la calle Alejo Bonmatí, la implantación de una señal de stop de nivel tres, el refuerzo de las señales de parada en el suelo en la división de Alejo Bonmatí con Sacramento, el añadido de bolardos en los cuatro extremos del cruce y el ensanchamiento hasta los 20 centímetros de la línea continua en Calle Sacramento.

«Éstas son las medidas máximas para garantizar la seguridad de viandantes y vehículos, por lo que hacemos un llamamiento a la prudencia y al respeto de las señales y del límite de velocidad», explicó el edil del área.

Y es que, vecinos de la zona ya denunciaron su malestar el pasado mes de octubre por los repetidos accidentes producidos en el cruce polémico.

De hecho, un restaurante emplazado en la intersección entre las dos calles es el que más afectado se ha visto por los percances. Concretamente, varios vehículos han acabado empotrados en la fachada del local, destrozando paredes y puertas.

Actuaciones anteriores

En el año 2012 este cruce ya fue objeto de medidas para la protección de la seguridad. En aquel momento, según han señalado desde el Ayuntamiento, se instaló el espejo que permite ver hasta el Castillo-Fortaleza si se viene por la Calle Alejo Bonmatí y hasta la Calle Muelle desde la Calle Sacramento.

Hace más de un año también se incrementó la señalización con el stop y se instalaron los bolardos, además de la prohibición de circular a más de 20 kilómetros por hora.

Otra de las actuaciones fue el pintado de una línea continua que separa la acera más de 70 centímetros desde la Calle Sacramento para que los vehículos sean más visibles desde Alejo Bonmatí.