La Cofradía de Pescadores dará una solución urgente a la antigua Casa del Mar ante el profundo deterioro que presenta el edificio y después de que hace nueve meses las catas realizadas sobre el inmueble aconsejaran derribar la cubierta del bloque.
En este sentido, según el patrón mayor de la institución pesquera, Ángel Luchoro, la próxima semana comenzarán los trabajos de rehabilitación en la última planta del edificio correspondiente a la fachada ubicada en la calle Astilleros por riesgo de desprendimientos.
El inmueble tiene más de 50 años de antigüedad y hasta el pasado año más de 200 personas asistían a talleres municipales.La falta de fondos y el retraso de los pagos por parte del Consell a la Cofradía de Pescadores ha hecho que los plazos para llevar a cabo la actuación se retrasen hasta ahora.
Por ello, el patrón mayor destacó que «el Ayuntamiento nos pidió que arregláramos rápidamente el pilar de la última planta para reforzar la estructura del inmueble y actuar sobre la terraza, que está afectada por las filtraciones».
En este sentido, desde la entidad pesquera afirmaron ayer que ya habían firmado el proyecto con los arquitectos para poder comenzar de manera inminente la rehabilitación.
La inspección en el inmueble confirmó el pasado mes de mayo las deficiencias estructurales de la construcción, después de que un informe visual del Ayuntamiento, realizado de forma anterior al diagnóstico exhaustivo, fuera desfavorable.
Tras la intervención urgente, la Cofradía pretende dejar diáfanas las plantas del edificio emblemático y dejarlo sin uso hasta que puedan realizar una inversión para rehabilitar su interior.
Así, después de casi un año desde que el edificio tuviera que ser evacuado de urgencia para evitar cualquier riesgo de desprendimientos, el inmueble permanece vacío, a excepción de una sala donde todavía presta servicio la Capitanía Marítima.
Y es que, hasta la fecha, grandes colectivos locales, como la Colla El Freu o la Asociación Musical Mare de Dèu de Loreto, además de otras asociaciones culturales utilizaban el inmueble a través de un convenio entre el Ayuntamiento y la Cofradía de Pescadores.
Ahora, las asociaciones permanecen reubicadas en distintos edificios y locales municipales que habilitó el Ayuntamiento en su momento.
