La Ermita de San Pascual, un lugar de culto muy visitado de Crevillent, pese a encontrarse en la partida rural del Canastel, ha sufrido durante el pasado fin de semana varios destrozos vandálicos que están siendo investigados por la Guardia Civil.

La cofradía de San Pascual detectó el pasado sábado por la tarde la rotura de la valla de protección que rodea la ermita y que la puerta de acceso al santo había sido forzada. Los autores de la fechoría también doblaron la cruz de hierro que preside la fachada del pequeño templo ubicado a los pies de la Sierra de Crevillent.

El vecino Juan Brotons, miembros de la cofradía fue la persona que advirtió los destrozos cuando acudió el sábado por la tarde a abrir el templo, ya que es un día de la semana en el que la ermita recibe numerosas visitas de los fieles de San Pascual Bailón.

Desde la cofradía indicaron que los autores del siniestro llegaron a manipular la cerradura ya que según dijo Brotons, «yo tuve que dar dos vueltas para abrir la puerta», cuando lo habitual no es eso. No obstante, la imagen de San Pascual, que estaba en el interior de la ermita no ha sufrido ningún daño.

Una vez que se detectó la fechoría efectivos de la Guardia Civil del puesto de Crevillent se trasladaron hasta la zona para hacerse cargo de la investigación e intentar llegar hasta los responsables de este suceso de vandalismo.