Un grupo de asistentes a la macrofiesta Summerland de Santa Pola, que se celebra hoy a las 18 horas, denuncian a la organización encargada del evento por «publicidad engañosa». En principio, la fiesta debía celebrarse en una discoteca junto a la playa. Pero después de dos semanas y con 2.000 entradas vendidas, el evento se trasladó a una sala alejada de la playa.

Los denunciantes señalaron que «nos vendieron una macrofiesta en la playa y ahora cambian la ubicación y no nos quieren devolver el dinero». Según parece la empresa no tiene previsto devolver el importe de las entradas. No obstante, aporta otra solución. El regalo de un litro de sangría o cerveza a los afectados a modo de compensación. Una medida que no ha sido bien acogida entre los asistentes y que califican como «una burla insuficiente».

La organización comunicó el traslado tres días antes de la fiesta por Twitter citando que «esta semana la Policia Local ha dado un aviso diciendo que multaría a todos los asistentes que realizaran botellón en las inmediaciones». La actitud incumple dos normativas de la Comunidad Valenciana, la Ley para la Defensa de los Consumidores y la Ley de espectáculos públicos. Este diario intentó ayer contactar sin éxito con los organizadores de la macrofiesta.