Su alcance puede llegar a ser tan lejano como los peligros que entraña el propio mar. La Unidad Marítima de la Policía Local, compuesta por dos agentes en invierno y reforzada por ocho más en verano, vigila cada día los 15 kilómetros de costa que componen la villa marinera.

A bordo de dos lanchas rápidas, Iván Martínez Vizcaíno y Francisco Calvo Gómez son los encargados de velar por la seguridad del litoral santapolero, tanto en lo que sucede en las aguas del municipio, como en lo que ocurre en la orilla de las playas.

Una labor crucial que está llena de desafíos como el ocurrido el pasado miércoles con dos pescadores que naufragaron en una de las calas de Santiago Bernabéu donde la rápida respuesta de la Unidad Marítima fue esencial para salvarles la vida.

Como este caso, desde que funciona este servicio en 2008, los agentes se exponen a cientos de retos a lo largo de todo el año, que se multiplican notablemente en la temporada estival.

Según Iván Martínez, el responsable de la unidad, el verano pasado se interpusieron un total de 600 sanciones. Con ello, el 80% de las infracciones que se detectaron fueron por pescar en la playa, llevar a las mascotas al mar, dejar vidrios en la arena, hacer fuego ilegal, bañarse fuera de la zona permitida, no respetar los canales de balizamiento con las embarcaciones, o por la venta ambulante, entre otras cuestiones. Todas estas faltas están recogidas en la Ordenanza Municipal de Playas que contempla multas que van desde los 150 a los 3.000 euros.

Además, otras de las infracciones más habituales con las que se encuentra la Policía del mar son los vertidos ilegales, la ausencia de licencias para navegar con motos acuáticas o embarcaciones, barcos que sobrepasan la velocidad permitida o que no respetan las distancias limitadas entre una nave y otra.

Ante ello, los dos agentes coinciden en la falta de concienciación de los bañistas a la hora de entrar en un medio desconocido como es el mar donde los factores meteorológicos, la falta de preparación o el exceso de confianza pueden jugar una mala pasada.

Pero, además de estas actuaciones, la patrulla marítima de la Policía Local se ha enfrentado a labores más delicadas como al rescate de cadáveres, atender pateras, detectar fardos de droga, o salvar a piragüistas a la deriva en plena noche.

Asimismo, los guardias del mar han sacado a delfines, tortugas y mantas raya de las aguas santapoleras o se han encontrado con situaciones más anecdóticas como la recuperación de un cerdo en pleno mar, cerca de la desembocadura del río.

Ahora, según Martínez, una de las infracciones que más ha crecido en los últimos años por la crisis es la pesca ilegal.

De hecho, la pasada semana tuvieron que sacar 500 metros de redes sumergidas en Gran Playa ante el peligro que puede suponer para los bañistas.

De esta forma, este servicio está localizable las 24 horas del día y trabaja en coordinación con otros organismos como Salvamento Marítimo, Cruz Roja y la Guardia Civil para velar por la seguridad de las playas y evitar los accidentes e infracciones en el litoral santapolero.

Felicitaciones y agradecimientos

Los agentes de la Unidad Marítima de la Policía Local recibieron el viernes las felicitaciones y el agradecimiento de los dos pescadores que fueron rescatados el miércoles de un naufragio y que ya han fueron dados de alta en el Hospital General. Los dos guardias marinos no han dejado de recibir enhorabuenas de familiares, compañeros y de los concejales de Playas y Seguridad Ciudadana. "Es un caso más de los que hemos tenido, pero estamos muy orgullosos de una actuación que salió a la perfección y que, afortunadamente, se queda en una anécdota, porque pudimos salvarles la vida", apunta Iván Martínez, el responsable de la unidad.