El 4 de agosto de 2002, hace ahora diez años, la tragedia se cernió sobre Santa Pola y especialmente sobre la familia de Silvia Martínez Santiago. La pequeña, con tan solo seis años de edad, perdió la vida en el atentado que ETA perpetró contra la casa cuartel de la Guardia Civil. Diez años después, los padres de la pequeña, y como cada 4 de agosto desde entonces, vuelven al lugar del atentado para recordar a su hija. Y no lo hacen solos, acompañados por más de 700 vecinos, según la Policía Local, Toñi y su marido Jose han recordado aquel fatídico día en el que la banda terrorista sesgó sus vidas para siempre, les arrancaron "el alma", como en una ocasión ha dicho Toñi, llevándose a su hija. Este año, el homenaje, que también ha servido para recordar a la otra víctima mortal del atentado, el vecino de Torrevieja Cecilio Gallego, ha sido especial ya que se ha tenido muy presente a los 23 niños más que ETA ha matado, "los más olvidados", como aseguró la madre de Silvia, Toñi Santiago. Xena y Borja, ambos de 13 años y primos de Silvia (Borja estaba con Silvia en el momento de la explosión pero logró salvar la vida), fueron los encargados de leer uno a uno los nombres de los niños asesinados por la banda terrorista. Por cada nombre otro niño soltaba un globo blanco. El último globo llevaba el nombre de la última víctima, Silvia Martínez, y fue lanzado por Javier de 7 años de edad, hermano de la pequeña fallecida en el atentado.

Un minuto de silencio inició el acto en la plaza de la Diputación que contó con la actuación de la coral infantil Virgen del Loreto. Las niñas emocionaron a los presentes, también lo hizo Carlos, un estudiante del colegio Hispanidad que leyó una poesía. Y Ana Galante, víctima del 11M que leyó una carta.

El alcalde, Miguel Zaragoza, recordó aquel fatídico 4 de agosto y como unos "cobardes, asesinos y terroristas pusieron una bomba a escasos metros de aquí y llenaron las calles de miedo y sangre". Zaragoza fue contundente al afirmar que "esos cobardes y asesinos quieren seguir sembrando las calles y no podemos permitirlo, están preparándose para volver". El primer edil pidió "a las administraciones, jueces y políticos que no bajemos la guardia ni demos beneficios a los terroristas. Deben cumplir toda la condena".

El acto se cerró con la lectura de un manifiesto en el que Mamen Álvarez, portavoz de Mujeres por la Justicia que junto con la asociación Voces contra el Terrorismo patrocinaron el acto, leyó la primera parte en la que Toñi narra lo que ocurrió el fatídico día. En la parte final Toñi manifestó que "nunca pensé que hoy tuviera que exigir lo mismo que estos diez años atrás, justicia". "La justicia no empieza ni acaba en la Audiencia Nacional" dijo en referencia al juicio y condena de los asesinos de su pequeña. "Hacer justicia lleva implícito una cuestión política" y para la madre de Silvia "los pactos entre el gobierno anterior y ETA siguen su curso con este nuevo gobierno". "Es una cobardía que el PP esté acercando presos" aseguró indignada. El PP, añadió, "ha vuelto a enterrar a mi hija". Toñi finalizó diciendo que quisiera dejar una puerta a la esperanza "pero si lo hiciera os engañaría a vosotros y me engañaría a mí".