Santa Pola también dice "no" a los recortes en la educación pública y se vuelca en defensa de una enseñanza de calidad. Así lo demostraron ayer alrededor de 300 personas en la villa marinera, según fuentes de la Policía Local.

Padres, alumnos y profesores se concentraron ayer en la Glorieta para hacer presión ante el decreto del Consell y para reclamar el pago de la deuda que arrastran los colegios e institutos de la localidad.

En torno a las seis y media de la tarde, las pancartas y los vecinos del municipio iniciaban la protesta. El Castillo Fortaleza era testigo del rechazo de toda la comunidad educativa de Santa Pola.

Frases como "No volem ser el chivo expiatori de la vostra mala gestió", o "hasta aquí hemos llegado" se podían leer en los letreros de los allí presentes. También se podían escuchar quejas hacia la Fórmula 1 y al aeropuerto de Castellón.

El pago del bonolibro y del comedor son los principales servicios que demandaron los santapoleros, junto al ingreso de las facturas para sufragar el gasto corriente en los institutos.

"Todas las AMPAS apoyamos estas manifestaciones y cualquier acto en defensa de la enseñanza pública siempre que no se interrumpa la educación de nuestros hijos", apuntó Tomás Sempere, presidente de la federación de AMPAS de Santa Pola.

El IES Cap de l'Aljub retoma las prácticas

El instituto Cap de l'Aljub retoma hoy las clases prácticas del ciclo de Hostelería, después de haberlas suspendido por la falta de medios económicos para comprar la materia prima con la que cocinar. Según fuentes del centro, después de que el Consell ingresara el importe del segundo cuatrimestre la dirección ha procedido a reanudar las prácticas, aunque preveen que si no se completa el pago, en Semana Santa tendrían que volver a suspenderlas. Concretamente, al IES Cap de l'Aljub, la Generalitat debe 83.000 euros. "Si no nos pagan el próximo trimestre no tendremos ni papel para imprimir las notas", señaló Tomás Sempere, presidente de la Federación de APAS. Y es que, en este centro se han visto obligados a encender la calefacción sólo dos horas al día para poder subsistir. Por otro lado, en el Instituto Santa Pola, el Consell arrastra una deuda de 26.000 euros y, además de suspender las clases extraescolares, han decidido encender la luz y la calefacción sólo cuando sea necesario.