La avenida de Granada ha cambiado de imagen de manera definitiva. Desde ayer, las máquinas tomaron el ancho y el largo de la gran arteria santapolera para convertirla en junio de 2012 en uno de los paseos marítimos más emblemáticos del municipio que conectarán el tramo comprendido entre la Marina Miramar y el Club Náutico. De esta manera, hasta enero del próximo año, la calle dejará de estar abierta al tráfico de vehículos, ya que estará cortada hasta esas fechas, aunque después continuarán con los trabajos.

Con ello, las obras han obligado a instalar un vallado perimetral para separar los tres metros de margen hasta la fachada de los edificios para el tránsito de los peatones y para la entrada y salida a los locales comerciales y a los inmuebles.

Después de iniciar la primera fase de las obras el pasado mes de julio en la parte más próxima a la línea del mar, ayer se comenzó a ejecutar uno de los trabajos más pesados del proyecto. Según Loreto Serrano, concejal de Infraestructuras, la segunda parte de la obra se prolongará hasta principios de 2012 y se centrará en la demolición de todas las aceras y calzadas, con el objetivo de proceder la instalación de los canales pluviales, sistemas de riego, etc. Esta fase estará complementada con la conexión de los conductos hidráulicos con calles transversales hasta llegar a la avenida Blasco Ibañez.

A partir de enero, los trabajos se centrarán en la pavimentación de las aceras y se prolongarán hasta la Semana Santa, aproximadamente.

En este sentido, los establecimientos del sector de la hostelería, que se han visto obligados a desmontar sus terrazas, podrán sacar sus mesas y sillas de nuevo a la calle en abril "siempre y cuando se cumplan los plazos de las obras y no se produzca ninguna incidencia", explicó Loreto Serrano.

Proyecto final

La adecuación de la avenida de Granada tendrá un presupuesto de 9 millones de euros. Sin embargo, la financiación de la infraestructura se ha proyectado de manera conjunta entre la Conselleria y el Ayuntamiento y correrá a cargo del Club Náutico y la sociedad Marina Miramar, que costearán seis millones de euros. El resto del presupuesto, de tres millones, corresponderá a los locales comerciales que se instalen en la zona.

El proyecto pretende como prioridad la remodelación del drenaje de las aguas, pero, además, las obras convertirán la avenida de Granada en un paseo marítimo de una superficie de 38.000 metros cuadrados, pensada para el disfrute del peatón.

La zona contará con seis locales comerciales unidos por pérgolas para dar sombra y sólo habrá un vial de circulación que discurrirá en sentido de Oeste a Este.