La pedanía de El Realengo se siente abandonada por el Ayuntamiento de Crevillent. Hartos de enviar escritos al Consistorio en los que solicitan reuniones con los representantes municipales para trasladarles sus quejas e inquietudes sin obtener resultados, los vecinos han decidido alzar la voz y reclamar públicamente más servicios para la zona.

A pesar de que una de las principales reivindicaciones de la pedanía, la segregación de las fincas para poder construir más casas, ya está a punto de ser una realidad. Desde el El Realengo los vecinos denuncian el abandono de algunos solares municipales. "Hay solares que son propiedad municipal y están llenos de matorrales y con las palmeras totalmente abandonadas", indicaba un vecino, mientras otros reclamaban que se limpien los matorrales que están invadiendo una calle que linda con la carretera comarcal que une Crevillent con Catral.

Además, los propios vecinos lamentan que cuando se completó el alumbrado público de la pedanía se quedase fuera del proyecto la calle Redondo.

Otra de las reivindicaciones de un grupo de mujeres es que les permitan usar el local municipal del antiguo cine para realizar allí clases de gimnasia. En un principio una quincena de mujeres practicaban gimnasia con el asesoramiento de una monitora de la zona en este local, pero desde el Ayuntamiento se les instó a cesar la actividad ya que no disponían de los permisos y el local no estaba habilitado para ello. "No tenemos ningún servicio en la pedanía, y lo único que conseguimos poner en marcha nos lo quitaron", indicaron varias mujeres de la pedanía. La monitora aseguró que "planteamos la posibilidad de contratar nosotras un seguro, incluso llegamos a comprar el material para las clases, pero no nos dejaron continuar".