Cerca de cincuenta edificios de la localidad marinera que se encuentran en deterioro y que superan los cuarenta años de vida precisan ser rehabilitados a corto plazo, según los resultados extraídos por las inspecciones emprendidas en alrededor de doscientos cuarenta inmuebles de Santa Pola.

El estudio exhaustivo de las edificaciones del municipio costero, que se ha llevado a cabo entre los meses de octubre de 2010 hasta el pasado mes de abril, ha concluido que el veinte por ciento de los inmuebles inspeccionados presentan deficiencias en las estructuras y en las fachadas, por lo que, según la concejal de Urbanismo, Lola Gadea, requieren una "actuación rápida".

Estos inmuebles, según el estudio, superan los cuarenta años, están diseminados por la población, aunque principalmente se localizan en la parte alta del casco antiguo de la localidad y están habitados en temporada estival, "por lo que no tienen una conservación como el resto de las viviendas y presentan puntos débiles que tienen que ser subsanados con la mayor brevedad posible", apunta Lola Gadea. Y es que, según la concejal de Urbanismo, Santa Pola es un municipio en el que más del setenta y cinco por ciento de los propietarios no residen habitualmente en las viviendas de la villa marinera.

Sin embargo, tal y como recoge la ley, la obligación de mantener en condiciones el inmueble es de los propietarios y, según Gadea, la mayor parte de los vecinos de las viviendas más castigadas "se caracterizan por tener un bajo poder adquisitivo".

No obstante, algunos propietarios ya han presentado al Ayuntamiento sus proyectos para realizar las remodelaciones. "Detectamos que el parque de viviendas estaba envejecido y quisimos tener un conocimiento exhaustivo del estado de los edificios, por lo que encargamos un plan de detección de las edificaciones más deficitarias, y hemos recibido quinientas peticiones de los vecinos para revisar sus inmuebles", apunta Gadea.

Para el resto de las viviendas que han recibido la inspección, los técnicos han aconsejado tratar las impermeabilizaciones de las terrazas, con el objetivo de evitar las filtraciones y las pérdidas de agua, así como realizar pequeñas actuaciones en las fachadas y en las cornisas para contribuir al mantenimiento de los edificios.

Una ordenanza para rebajar los impuestos en las remodelaciones

El Ayuntamiento de Santa Pola trabaja en una ordenanza referente a la rehabilitación de los edificios, con la que, según la concejal de Urbanismo, Lola Gadea, se pretende rebajar el Impuesto de Construcciones, Instalaciones y Obras, ICIO al 80%. "Se intentará que los ciudadanos que tengan que remodelar sus inmuebles de manera rápida puedan disfrutar de beneficios fiscales y de ayudas, ya que se trata de un gasto importante", apunta Gadea.

Además, debido a que no se cumple el parámetro de que más del setenta y cinco por ciento de los propietarios reside habitualmente en la localidad, según Lola Gadea, el Ayuntamiento instará a la Conselleria de Urbanismo a modificar esta norma, con el fin de que la comunidad de vecinos pueda recibir subvenciones. "El primer paso para recibir ayudas será diagnosticar los edificios, tener intención de rehabilitarlos y probar que se tiene una capacidad económica mínima", explica la edil de Urbanismo.

Además, con la nueva ordenanza, que está previsto que se apruebe en el próximo pleno municipal, se realizará un libro de registros de la antigüedad deficitaria para notificar la obligación de pasar la inspección y con la información de las empresas autorizadas. Otra de las normas que incluirá la ordenanza, según Lola Gadea, será exigir a la comunidad de propietarios una revisión cada diez años de las viviendas, una vez que el inmueble haya cumplido los cuarenta años.

"Es una forma de dar seguridad a las edificaciones", explica la edil de Urbanismo.

Apostar por la eficiencia energética será otra de las claves que se incluyan en la ordenanza.