Inmersos en las obras y después de estar dos meses cerrado al público, el centro donde se recogen los documentos que han marcado la historia de la localidad marinera, vive una nueva etapa repleta de cambios, con el objetivo de salvaguardar una gran parte de la herencia testimonial de Santa Pola. La última gran aspiración del archivo es acoger todas las publicaciones locales, boletines municipales, el fondo de la comandancia y el fondo de partituras del músico Manuel Quislant, entre otros bienes.

Con el sistema de detección y extinción de incendios casi acabado y a expensas de abrir de nuevo las instalaciones a los usuarios para realizar consultas, el inmueble contará con una mayor seguridad para proteger todos los fondos documentales. Sin embargo, además de esta medida innovadora, después de cinco años de remodelaciones, el archivo de Santa Pola ampliará su capacidad y completará su material, con unos documentos que servirán como valor añadido para conocer mejor la historia del municipio costero.

Con ello, los fondos municipales no serán los únicos protagonistas en estas instalaciones, ubicadas en el Polígono Industrial. "Con el traslado de los documentos, que hasta ahora están visibles en las bibliotecas, las consultas estarán más centralizadas, será más cómodo y más rápido venir hasta el archivo para poder tener todo el material a disposición del usuario", comenta Rafael Pla, archivero municipal. Con ello, una de las partes más ricas, que narran los acontecimientos y las aportaciones culturales de Santa Pola y una de sus facetas claves, la pesca, tendrá un nuevo espacio. "Con este cambio de ubicación, los documentos tendrán, sin duda, una mejor conservación que en las bibliotecas, y podrán observarse en mejores condiciones", explica Rafael Pla.

Fondos

De esta manera, la ampliación, que ya cuenta con el sistema de protección de incendios y que está a la espera de que equiparse con el mobiliario, albergará las publicaciones locales desde los primeros ayuntamientos democráticos. Además, según el archivero municipal, la nueva sala acogerá los boletines municipales como "El Castell","Escenas de Santa Pola", las publicaciones de la Iglesia... También, dentro de este repertorio de documentos, se encuentran el fondo de la comandancia. Unos documentos que reflejan las inscripciones marítimas de Santa Pola desde mediados del siglo XIX, hasta el año 1930, que ya han desaparecido. "Probablemente estos libros sean unos de los más valiosos de Santa Pola, se trata de las anotaciones que se hacían cuando los vecinos solicitaban pescar, y con estos documentos se puede conocer profundamente la evolución de la pesca en la villa", apunta Pla.

Por otro lado, el archivo municipal acogerá también el fondo de partituras del músico Manuel Quislant, el autor del motete a la Virgen de Loreto. A estos documentos se sumarán el fondo de carteles y de folletos de toda la etapa democrática, entre otros escritos.