Antonio Belén y Conchi Hernández son dos crevillentinos a los que la crisis les está ahogando más de la cuenta. Y es que este matrimonio crevillentino, en paro y con tres hijos, pasa por una situación desesperada a la que se suma, como ellos mismos indican, "el abandono por parte de los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Crevillent".

Este matrimonio tiene tres hijos, y una de sus hijas, Eva, padece asma crónica. Una enfermedad que le impedía vivir en la cueva crevillentina donde residían. Por este motivo, y tras mucho pelear, Antonio y Conchi consiguieron que el Ayuntamiento de Crevillent les consiguiese una vivienda social donde poder mudarse y que su hija pudiera vivir en mejores condiciones.

Antonio Belén explicó que "después de presentar varios escritos en el Ayuntamiento, conseguir un certificado firmado por el concejal de Sanidad, Juan Carlos Penalva, en el que se indicaba que mi hija no podía vivir en la cueva, y reunirnos hasta con el alcalde, conseguimos que nos ayudasen a buscar una vivienda social, o de alquiler, dándonos una ayuda".

No obstante, indica el crevillentino, "después nos dijeron que en Crevillent no habían viviendas disponibles y que Servicios Sociales no tenía dinero para ayudarnos a pagar un alquiler, así que nos ofrecieron una vivienda del IVVSA en Elche, y aceptamos pese a tener que abandonar Crevillent y tener que pagar una fianza de más de 300 euros, que podrían habernos bonificado".

Según indica la familia, "nos dijeron que iríamos a una vivienda en buen estado y que pagaríamos entre 30 ó 50 euros de alquiler". Sin embargo, la sorpresa de Antonio y Conchi llegó cuando llegaron sólos al piso de Elche, en el barrio de Carrús. Antonio explicó que "nos dieron las llaves y cuando llegamos nos encontramos con que no había ni luz, ni agua, y que, además, tenía humedades, lo que sigue siendo perjudicial para la salud de nuestra hija".

Así las cosas, la familia tuvo que dar de alta la luz y el agua, empeñando hasta su propio coche, que dan por perdido, para poder hacer frente a los pagos. No obstante, la mayor de sus sorpresas, llegó cuando tuvieron que hacer frente al alquiler de la vivienda del IVVSA que, por el momento, es de 232 euros, mucho más de lo que les habían apuntado.

Antonio explicó que "ahora mismo estamos sin trabajo y sólo tenemos una ayuda de 426 euros, así que más de la mitad la tenemos que gastar con el alquiler". El padre de esta familia aseguró que "hemos ido a reclamar por todas estas deficiencias a Servicios Sociales, donde nos dicen que han tramitado una bonificación para que paguemos menos por la casa, pero en el IVVSA nos aseguran que no consta nada, por lo que nuestra situación es desesperada". Además, Antonio y Conchi denuncian que "como nos han enviado a Elche, en los Servicios Sociales de Crevillent se están desentendiendo de todo".