El Ayuntamiento de Santa Pola ha decidido intensificar el control en los comercios para que sus propietarios cumplan con los horarios establecidos por la ley. Esta iniciativa, según explicó el concejal de Comercio, Javier Baile, se debe a que se ha detectado que algunas grandes superficies de la localidad han abierto para la venta al público de sus productos más días y más horas de las que permite la normativa regulada por la Generalitat Valenciana. "Se han observado este tipo de irregularidades en comercios regentados por personas de nacionalidad china y en algún hipermercado", precisó Javier Baile.

Así, a partir de ahora, el Consistorio santapolero controlará si se cumple con la legislación, después de dejar atrás el periodo festivo de Semana Santa, comprendido entre el Domingo de Ramos y la jornada de ayer, de Lunes de Pascua, con el que los establecimientos comerciales han tenido plena libertad para determinar los horarios.

"A partir de estas fechas, con sólo tener un recibo de compra con el que se pueda confirmar que un negocio ha abierto fuera de horario, se enviará a la Policía Local para levantar un acta y la Conselleria de Comercio se encargará de emitir la sanción correspondiente", explicó el concejal Javier Baile.

Aviso previo

Desde el Ayuntamiento de la villa marinera, antes de Semana Santa, se procedió a enviar escritos a quince comercios de más de 150 metros con un recordatorio de la legislación dictada por la Generalitat Valenciana. "Ha sido una manera de advertir a los puntos de venta que hay unos horarios que se tienen que cumplir y que no se pueden saltar a la ligera", afirmó Baile.

En las cartas enviadas se les ha recordado a los establecimientos que el Consell establece que sólo pueden abrir el día de San José; Jueves Santo; el 3 de julio, que es el primer domingo de rebajas de verano; el 14 de agosto; y en diciembre, durante la campaña de Navidad.

No obstante, ya que Santa Pola es considerado municipio turístico, los comercios tienen también la libertad de fijar los días y los horarios de apertura entre el 1 de julio y el 30 de septiembre, cualquiera que sea su superficie y oferta. Los establecimientos menores, como las panaderías y reposterías, prensa, combustibles, platos preparados, floristerías y plantas pueden establecer libremente sus horarios siempre.