Este año, en más de una comida o cena navideña, el marisco fresco dejará de convertirse en el gran protagonista de la mesa y será el congelado el que gane terreno al tradicional fruto del mar recién pescado de las aguas santapoleras.

El cambio climático, y, especialmente, el retraso de la llegada del frío ha desencadenado que la gamba roja y la cigala de la bahía de Santa Pola hayan disminuido considerablemente con respecto a las temporadas pasadas. En torno a un 25% es el decrecimiento que cifra Francisco Piedecausa, jefe de los mayoristas de la lonja del municipio. Una tendencia que, según asegura, ya se produjo el pasado año y, que se ha dejado notar más fuertemente durante toda esta temporada.

La bahía de Santa Pola es la zona que actualmente se ha visto afectada por la disminución de estos crustáceos, aunque, tal y como afirma el mayorista de la lonja santapolera, la zona de Baleares sigue siendo un punto clave para traer el marisco fresco. Según Piedecausa, la gamba roja se está llegando a vender 70 euros el kilo y se prevé que de cara a las vísperas navideñas el precio de este crustáceo fresco pueda ascender hasta llegar incluso a los 100 euros. Aunque todavía es pronto y los encargos esperan a que la Nochebuena esté más cerca, los pescadores de Santa Pola son conscientes de la situación económica y auguran que las familias mostrarán sus preferencias este año por las almejas, las ostras, y el marisco congelado sustituirá, en muchos casos, al fresco. "Noviembre ha sido un mes bastante flojo y confíamos que hasta el mismo 23 de diciembre se seguirá vendiendo el pescado popular", apunta Piedecausa. Con ello, las gambas rojas, las cigalas, pero también el atún, pisarán menos fuerte de cara a estas fechas en las que casi nunca pueden faltar en cualquier mesa navideña.

La sala anexa podrá funcionar en breve

Las obras de ampliación de la Lonja de Santa Pola han entrado en su fase final y los mayoristas confían en que la nueva sala pueda funcionar en las próximas semanas.

De esta forma, la zona nueva, que estará dedicada a la manipulación del pescado de manera independiente y que dará cabida a cuatro empresas, verá mejorada sus condiciones sanitarias gracias a la instalación de las cámaras frigoríficas, ventiladores, puertas elevadoras, y la cámara abrigo.

Según Piedecausa, jefe de los mayoristas, con la reforma se pretende mejorar la calidad del pescado fresco que viene de fuera y aumentar la variedad de la oferta que no haya dentro de la lonja. "Queremos que el pescado se valore más porque muchas especies tienen el mismo precio que hace quince años", apunta Piedecausa. Pese a ello, tal y como afirma el mayorista, se pretende continuar con la misma línea de precios con el género que tiene un coste fijo.