Un amplio dispositivo permitió detener el jueves por la noche en Santa Pola a media docena de personas acusadas de tráfico de drogas. A pesar del sigilio con que la Guardia Civil y la Policía Local de Santa Pola han mantenido la operación, parece que la misma ha permitido detener a tres personas de nacionalidad española, además de varios búlgaros y un hombre de nacionalidad rusa que presuntamente estarían implicados en el tráfico de estupefacientes a gran escala.

Como consecuencia de esta larga operación, los agentes consiguieron incautarse de cerca de cinco toneladas de hachís que se encontraban ocultas en dos furgonetas de color blanco y en las que supuestamente también viajaban los detenidos.

La operación se desarrolló en torno a las 22 horas del jueves cuando un grupo de guardias civiles, dirigidos por el Equipo contra el Crimen Organizado desplazado de Galicia y vestidos de paisano, interceptaron las dos furgonetas en una zona próxima a la prolongación de la Ronda Norte, en la calle Juan Sebastián Elcano. Instantes después se sumaron al operativo varios vehículos oficiales de la Benemérita y varias patrullas de la Policía Local de Santa Pola que al parecer fueron avisadas por los propios vecinos al comprobar que algo pasaba en la zona, así como una ambulancia por si era necesario prestar algún tipo de asistencia sanitaria.

El amplio despliegue de agentes, que incluso exhibieron sus armas reglamentarias durante la detención de los presuntos traficantes, causó una gran expectación y preocupación entre los vecinos de las urbanizaciones cercanas y que, hasta cerca de la media noche, permanecieron en las terrazas y balcones avistando la operación, si bien es cierto que los agentes del Instituto Armado mantuvieron un cordón de seguridad como medida preventiva durante todo el tiempo que se prolongaron las detenciones y el cacheo de los detenidos. De hecho, los vecinos de la zona pudieron ver cómo los agentes inmovilizaban en el suelo a varios de los detenidos, aunque en ningún momento desvelaron el alcance de la operación y se limitaron a comentar que se trataba de unos traficantes "de poca monta".

Al parecer, los agentes encontraron en la parte trasera de las dos furgonetas los fardos que contenían el hachís y que, presumiblemente podría haber sido desembarcado momentos antes desde un velero en un punto que bien podría ser la costa de Santa Pola.

Ni la Comandancia de la Guardia Civil de Alicante ni el cuartel de la Benemérita de Santa Pola hicieron comentario alguno sobre la operación, e incluso, negaron tener conocimiento de la misma. Los detenidos fueron conducidos a las instalaciones del Instituto Armado de Santa Pola para prestar declaración y se espera que en las próximas horas pasen a disposición de la magistrada del juzgado de guardia de Elche.

Esta operación se suma a la desarrollada esta misma semana por la Guardia Civil que se incautó de un alijo de 1.300 kilos de hachís en la playa de los viveros de Guardamar después de que el desembarco fuese detectado por la estación del Sistema Integral de Vigilancia Exterior (SIVE) situada en el faro de Santa Pola.