La parroquia de San Cayetano, vivió ayer viernes el acto central de sus 25 años en Crevillent y de un modo especial y más directo, con los feligreses del barrio sur, situado en la parte baja de la carretera nacional 340. Se trató de la solemne ceremonia de "Dedicación del Templo de San Cayetano y Consagración del Altar", que presidió el obispo de la diócesis Orihuela-Alicante, Rafael Palmero Ramos. Un acto eclesiástico que Crevillent no vivía desde hace décadas.

En el altar mayor que se consagró se enterraron las reliquias de dos mártires, San Crescencio, compañero de San Pablo en diferentes viajes evangelizadores y Santa Blanda. La misa que dio comienzo a las ocho de la tarde, estuvo cantada por el coro parroquial que estrenó un "Gloria", compuesto para la ocasión por su directora Ana Sánchez.

La primera piedra de esta iglesia que tiene como titular al copatrón de Crevillent, fue colocada el día 7 de agosto del año 1997, por el entonces vicario general José Carlos Sampedro, en el marco del "Año Cayetanista", que se celebró con motivo del 450 aniversario de su fallecimiento. Junto a la primera piedra, se enterró un cofre con las actas de la creación de la parroquia, autorización del culto, el acuerdo del consejo de pastoral, monedas de curso legal, ejemplares de la prensa del día que recogían el anuncio del acontecimiento y una rama de albahaca que tradicionalmente cubre la imagen de San Cayetano durante su procesión. Un año más tarde, el obispo Victorio Oliver celebró la primera misa en un templo todavía sin terminar.

Doce años han pasado desde entonces y pese a que las obras no han concluido, el Consejo de Pastoral, presidido por el párroco Roque Carlos Jiménez, decidió celebrar como acto central del 25 aniversario de esta comunidad, la "Dedicación del Templo de San Cayetano y Consagración del Altar".

Junto al obispo, asistieron más de treinta sacerdotes entre los que se encontraban los que han ejercido su ministerio en esta comunidad. Ramón Egío, primer párroco que ofició la primera misa un 25 de mayo de 1985 en un local provisional, Jesús Franco Martínez, actual párroco del Sagrado Corazón de Jesús de Elche, y Vedasto Gimeno, destinado actualmente a la Santa Cruz de Petrer.